Salas mostró la chapa copera de Racing para la revancha | OneFootball

Una parte muy importante del gran corazón con que juega la Academia es producto del aporte de este delantero. Es, acaso, el máximo exponente de la energía del equipo. A veces con ello no le alcanza si carece de claridad, pero cuando combina su enorme actitud con lucidez desde la pelota, se transforma en un futbolista imparable para cualquier defensa, como sucedió este jueves. Maximiliano Salas en Racing tuvo un rendimiento notable que lo hizo determinante en la victoria por 2-0 sobre Botafogo, en la ida por la final de la Recopa Sudamericana. Además de su magnífica asistencia a Maravilla Martínez, desparramó su esfuerzo y atormento siempre a los rivales.

Después del partido, y de que fuera ovacionado por un Cilindro repleto con el "Salas, Salas", Maxi soltó algunas palabras en el campo de juego. "Estoy contento por el triunfo en la ida. La vuelta allá va a estar dura, no será fácil. Será un partido muy difícil en Brasil, pero bueno...", arrancó el delantero en diálogo con ESPN. Y enseguida sacó a relucir las credenciales del actual campeón de la Copa Sudamericana, de cara a la revancha del jueves en Río de Janeiro, desde las 21.30, en el estadio Olímpico Nilton Santos, con capacidad para 60.000 espectadores. "Nosotros sabemos jugar esta clase de partidos. No son fáciles. Siempre tratamos de hacer lo mejor para no equivocarnos. Hay que seguir trabajando. La humildad y el trabajo nos dará un gran triunfo allá".

La actuación de Salas en Racing - Botafogo en la ida por la Recopa

En su primera buena intervención, Salas estuvo cerca de convertir. Por la izquierda, en una baldosa giró y, con tres dedos, sacó un remate de zurda que se fue cerca del ángulo superior en el segundo palo. Ganó en velocidad, se impuso en el cuerpo a cuerpo, trabó con el alma. Corrió incansablemente, presionó en la salida. No dio ninguna pelota por perdida. Había arrancado por la derecha, a perfil cambiado, pero pronto pasó a la izquierda. Y ahí fue una pesadilla para los brasileños, aunque su mejor jugada se dio pro el lado opuesto. Tuvo, tras pase de Maravilla (arrastró tres marcas), un mano a mano que le tapó muy bien el arquero.

Salas en Racing y su abrazo con Maravilla Martínez, su gran socio de ataque. Foto: Prensa Racing.

Pero a los 18 minutos del segundo tiempo tuvo su revancha con una acción brillante más allá de que no fue el el autor del gol. Recibió de Adrián Martínez y le devolvió una pared larga, filtrada, que lo dejó solo a su socio en el ataque. Pese a que la pelota se le abrió un poco, Maravilla colocó el pie de tal manera abajo del balón que le permitió picarla con mucha clase por sobre el arquero. Y así, selló el 2-0 definitivo.

Hasta hacía un par de partidos Salas no pasaba por un buen momento e, incluso, parecía que Santiago Solari le ganaría el puesto. Pero Maxi reaccionó, recuperó rápidamente su mejor nivel y el hincha se lo reconoció cuando desde todos los costados del estadio corearon su nombre a los 44' del ST, en su salida de la cancha (lo reemplazó Baltasar Rodríguez).

Una dupla letal

Por si faltaba algo más, este jueves Salas y Maravilla Martínez ratificaron que son la mejor dupla atacante del fútbol argentino. Se complementan bárbaro, se generan espacios, se entienden y conocen a la perfección.

"Todavía no ganamos nada. Sabemos que vamos a ir a una guerra a Brasil", dijo Gustavo Costas en conferencia de prensa. Para esa batalla, jugadores como Salas serán fundamentales. El indicado para este tipo de partidos, de finales coperas.