Parce, lo que sigue para Nacional en la Copa Libertadores | OneFootball

Parce… se nos fue la última fecha del grupo y Nacional (el de Uruguay, pues) nos metió el golpecito en el Gran Parque Central. Perdimos 1-0 en tierras charrúas y aunque el marcador dolió, ya teníamos medio tiquete asegurado pa’ los octavos. Igual, no es pa’ celebrar, pero sí pa’ ajustar el guayo y meterle berraquera.

Con esa derrota, el Verde de la Montaña se quedó con el segundo puesto del grupo. Y eso, mi llave, significa que ahora nos toca bailar con una de las más pesadas del continente. ¡Sí, parce! En octavos nos espera uno de los primeros, uno de esos que están rompiendo la Copa… pero bueno, Nacional es Nacional, y cuando suena el himno, se nos activa la historia.

El equipo de Javier Gandolfi tiene que ponerse serio, parce. No hay margen pa’ errores. La nómina está, la hinchada está, el ADN copero también. Pero hay que aceitar esa máquina y salir a morder, porque lo que se viene no es ningún paseo por el Pueblito Paisa. ¡Es fuego puro, parcero!

Ahora solo queda esperar el sorteo… ese momento donde todos estamos con el corazón a mil, pensando “¿a quién le vamos a poner el pecho esta vez?”. Y sea quien sea, papá, nos vamos con toda. Porque si hay algo que tiene el hincha del Verde es fe, y no cualquiera le mete presión al Rey de Copas.

El panorama está apretado, pero aquí no se rinde nadie. Somos los de la camiseta que pesa, los que saben lo que es dar la vuelta en el exterior. ¿Qué nos toca duro? Pues mejor, porque el Verde cuando está contra las cuerdas, saca la casta, mi broder. Así somos: guerreros de verdolaga y alma paisa.

Así que parcero, no se me baje. Que si bien hoy el resultado no nos sonrió, esto apenas está empezando. En octavos es donde se empieza a escribir la verdadera historia. ¡Y quién quita que esa historia tenga final feliz en el Atanasio, con todo Medellín encendido y gritando gol hasta en el tranvía!

Vamos con fe, con aguante, y con esa convicción berraca que solo tiene el hincha de Nacional. Porque como decimos por acá, el Verde no se mira… ¡el Verde se siente! Y aunque el camino sea duro, vamos con el alma en la cancha. ¡Vamo’ mi Verde, carajo!