Nacional Es Pasión
·29 de maio de 2025
NACIONAL, ENTRE LUCES Y SOMBRAS

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·29 de maio de 2025
Por: Juan Felipe Velásquez.
Atlético Nacional volvió a tropezar fuera de casa y esta vez le costó más que tres puntos. En Montevideo, ante su homónimo uruguayo, el verde paisa cerró la fase de grupos de la Copa Libertadores con una derrota por la mínima diferencia y perdió el liderato de su zona. El resultado lo obliga a disputar la vuelta de los octavos de final lejos del Atanasio Girardot, lo que en torneos internacionales suele ser un detalle decisivo.
La historia ya la conocemos: Nacional se transforma en casa, pero se diluye como visitante. No ganó ningún partido fuera de Medellín en esta fase de grupos, y esa estadística por sí sola ya debería alarmarnos. Frente al Nacional de Uruguay, el equipo mostró su doble cara: un primer tiempo dominador, con intención ofensiva y llegadas claras; y un segundo tiempo pasivo, lento, desconectado. El resultado fue justo: quien no concreta, lo paga. Y Nacional volvió a pagar.
Gandolfi ha intentado darle al equipo identidad y regularidad. A veces lo logra. Pero a estas alturas de la temporada, ya no hay tiempo para seguir en proceso. Esta semana comienzan los cuadrangulares de la Liga y en el torneo local solo sirve ser campeón. No hay consuelo posible para el que llegue a la final y la pierda. Y para eso, Nacional necesita una cosa que no tiene: equilibrio. El Nacional de hoy sigue siendo un equipo de extremos. Puede jugar un primer tiempo brillante y un segundo desastroso. Puede golear en el Atanasio y desaparecer en cualquier otra cancha del continente.
No se trata de pánico ni de exageraciones. Pero profesor Gandolfi, con respeto y admiración se lo decimos: cero goles y cero puntos como visitante en la Libertadores es demasiado. No se puede maquillar eso con frases de tranquilidad. La hinchada no exige histeria, pero sí exige autocrítica. No es cuestión de dramatizar, es cuestión de afrontar. A este barco lo está dirigiendo usted, y confiamos. Pero el timón no puede sostenerse solo con calma. Se necesita dirección, reacción y decisiones que acerquen al equipo al nivel que sabemos que puede alcanzar.
El dato es irrefutable: con Cardona en cancha, Nacional rinde mejor. Sin él, los números caen. De ocho derrotas en el año, cuatro fueron sin el ’10’. Es momento de protegerlo, de ponerlo donde más daño hace, y de construir alrededor de su talento una estructura que lo acompañe.
Y si bien la Libertadores hoy luce cuesta arriba, no podemos perder la fe. Nacional tiene con qué pelear, pero debe reencontrarse con esa versión poderosa que alguna vez hizo temblar al continente. La chispa ofensiva de finales del 2024 no puede haberse apagado para siempre. Hay que recuperarla, porque los octavos ya están aquí, y porque el título en Liga no es una opción: es una obligación.
A Nacional le sobran jugadores. Lo que falta es constancia. A Nacional le sobra historia. Lo que falta es carácter en el exterior. Y al profe Gandolfi no le falta capacidad. Solo le pedimos una dosis mayor de autocrítica y un mensaje que no solo calme a los suyos, sino que inspire a los que lo siguen.
La Libertadores sigue en pie. La Liga apenas comienza su recta final. Y Nacional, con sus claroscuros, es candidato.
Pero es ahora o nunca. Ser grandes solo en casa no alcanza para hacer historia.