Una mancha menos | OneFootball

A comienzos del 2019, el contexto de Independiente era muy diferente al de ahora. A poco más de un año del Maracaná 17, veníamos de un 2018 en el que se sumó la Copa Suruga Bank, la que hasta hoy sigue siendo la última. Además se peleó la Libertadores, cayendo con el luego campeón River, robados en los cuartos de final, en un mano a mano inolvidable con el equipo de Gallardo.

Ariel Holan quería rearmar el plantel para seguir luchando por títulos, y sin saberlo, en lugar de un campeón, se estaba gestando la peor crisis económica de la historia del club.

Los jugadores caros, los contratos impagables, los bajos rendimientos, y el aumento del dólar, más la inoperancia del Gobierno de Moyano, fue un combo letal para el Rey de Copas.

De hecho todavía lo estamos sufriendo, y vaya si lo sabemos. Y el motivo de la nota, es que al menos de una zafamos.

Porque en ese enero de 2019, Christian Cueva estuvo a punto de llegar a la institución. En un mercado de pases en el que se había hecho una gran adquisición, y otra que fue de las más horribles de la historia. Por un lado, el Rojo traía al capitán del Subcampeón de América por un millón de dólares, ya que tras la final en Madrid, Boca se quería sacar de encima a los referentes y Pablo Pérez fue uno de ellos. Y el sueño de la promesa Cecilio Domínguez terminó siendo una pesadilla, que costó seis millones de la moneda norteamericana.

En ese contexto, el peruano presionaba en Rusia para convencer al Krasnodar para que lo vendan, y Holan hacía lo propio acá. De hecho hasta se lo inscribió, y se negociaba por una cifra que iba entre los seis y ocho millones.

Por suerte se cayó, cuando el club ruso se puso duro con los montos y plazos, terminando la chance de traspaso.

El jugador pasó en febrero del 2019 al Santos, donde además de bajos rendimientos tuvo un escándalo peleando en un bar. Un año después fue al Pachuca, donde duró solo seis meses. A fines del 2020 se fue al Yeni Malatyaspor de Turquía, donde se peleó con el DT.

Ya en el 2021 se mudó a Arabia Saudita, donde más o menos se encarriló y tuvo un aceptable aporte en la Liga, jugando 50 partidos. El año pasado, Alianza Lima lo fichó a préstamo para jugar la Copa, pero tras actos de indisciplina, el volante pidió disculpas por Instagram.

Y ahora, un día después de haber sido presentado en el Cienciano tras meses de inactividad, fue denunciado por su exesposa por violencia física y psicológica. De hecho se difundieron dos videos en los que se lo ve maltratando y agarrando de los pelos a la víctima.

Tras la denuncia, el club emitió un duro comunicado, y ahora no se sabe que será del futuro de Cuevas, ni en lo "profesional" ni en lo personal.