Obradoiro 78 – 65 Morón: Davison y Stephens blindan la primera en casa | OneFootball

El Obradoiro derroca al Morón en un partido lleno de altibajos en el que Davison y Stephens emergieron como líderes

Debut en casa, equipo recién llegado a la categoría enfrente y con todos los jugadores disponibles. No había excusas para firmar la primera victoria de la temporada y el Obradoiro no las puso. Cierto es que faltan muchos ajustes por hacer, que en la parcela ofensiva no se estuvo brillantes, pero la base es buena. Davison se redimió de su pastoso encuentro ante Estudiantes y encandiló a la afición con un absoluto show desde la línea de tres. Stephens, todavía con conceptos que adquirir, se adueñó completamente de la zona. Entre los dos sumaron 36 puntos, más de la mitad de los encajados.

Gonzalo Rodríguez mencionaba al inicio de esta temporada que habría días en los que no se despuntaría y habría que ganar igualmente. Hoy ha sido el caso. Se han anotado 80 puntos, pero la clave ha estado en la defensa. El entramado construido por los santiagueses ha impedido que el Morón se sintiese cómodo. Apenas conseguían circular el balón, muchas veces obligándolos a tener que jugarse tiros inverosímiles. Los días de acierto, como el de Sant Felliuenc en Copa de España, ya llegarán.

Inicio fulgurante

Salió en tromba el Obradoiro, decidido a brindarle la primera victoria liguera a su afición. Davison, muy errático la semana pasada en Madrid, lideraba a los suyos con dos triples en los tres primeros minutos. Stephens, de nuevo sólido desde más allá del 6´75, lo secundaba y obligaba a los jugadores altos del Morón a tener que salir de su zona de confort. Tan solo algún despiste defensivo, en forma de rebotes ofensivos la mayoría, hacía que los andaluces se mantuviesen en partido. Eso sí, cada vez a mayor distancia.

José Antonio Santaella se veía obligado a pedir el primer tiempo muerto de la tarde tras una robo y posteriores dos puntos de Millán Jiménez que colocaron el 18-9 en el marcador. Pese a ello, seguían muy ramplones en ataque, confiando simplemente en alguna individualidad de Kouadio o M´Madi. Más allá de ellos, Luis Parejo, a base de experiencia y lectura del juego, era el único que mostraba una ligera clarividencia. La sangría, pese a mantenerse uniforme, no cesaba a la finalización del primer cuarto (27-19).

Fuente: Redes Sociales `X´ del Obradoiro

Lo más preocupante para lo sevillanos era la sensación de ir a remolque y de no tener nada más en la recámara. Mientras el Obradoiro parecía que todavía estaba carburando, con algunas pérdidas de más, el Morón navegaba con el agua al cuello, resistiendo a base de destellos. BJ Mark, con ocho puntos en los últimos minutos, les mantenía a flote. El acierto de los primeros compases se desvaneció por completo en un segundo cuarto donde el camino hacia la canasta se volvió más pedregoso. Faltaba fluidez.

El partido no se rompe

El Morón seguía fiel a su estilo, guerrero y con la intención de llegar vivos al final. Hacían la goma y, aunque en ciertos momentos se llegaron a colocar a cinco puntos, dos acciones buenas de los locales les devolvían a la faz de la tierra. Sino era Davison, otro jugador, como Stevic, aparecía para robarles la ilusión. Sin embargo, el Obradoiro no conseguía tener más de uno o dos minutos que les permitiesen romper el partido por completo. Las diferencias al descanso (43-35) dejaban todo abierto para la segunda mitad.

Tan solo fueron 15 puntos para los santiagueses en ese denso segundo cuarto. La defesa les estaba otorgando cierta tranquilidad, pues en la parcela ofensiva se había perdido por completo la regularidad. Muchas posesiones se veían abocadas a un tiro incómodo en los últimos segundos. Nacho Arroyo, con varios triples lejanos, y Alejandro Galán, a base de penetraciones forzadas, pagaban los platos rotos. Seis jugadores anotaron en esta primera mitad de altos y bajo en la que Davison emergió como la estrella. Quince puntos, casi la mitad de los que encajó su equipo, y, lo que es más importante, presencia defensiva.

Visto para sentencia

El comienzo de la segunda parte fue, prácticamente, un calco del de la primera. El Obradoiro no quería líos, buscaba finiquitar la faena lo más rápido posible. Y, aunque ello le pudiese llevar a una sobrexcitación en determinados momentos, iban a morir fieles a su estilo. Davison seguía a su rollo, infalible desde la larga distancia y castigando con penetraciones si saltaban a las líneas de pase. Eso, sumado al bajo porcentaje del Morón en esta fase, abría una brecha de trece puntos a favor de los locales (53-45).

Fuente: Redes Sociales `X´ del Obradoiro

Distancia que ellos mismos se encargarían de perder con varias pérdidas consecutivas propias de un equipo todavía en formación. Una sensación de hormigueo, de sentir la presencia de los fantasmas de los últimos cuartos, merodeaba Sar. Carecían de regularidad, pero cada vez que subían de marcha el Morón era incapaz de mantener el nivel. Teniendo en cuenta que los sevillanos promediaban 17 puntos por cuarto, se antojaba complicado verlos remontar once puntos en el envite definitorio (62-51).

Diez minutos de querer y no poder por parte de los visitantes. Perdieron a Marín por faltas, la circulación en ataque era escasa…y así es imposible derrocar a unos de los `cocos´.  Entre Micovic y Stephens, con un triple cada uno, asestaron el hachazo definitivo. Se entró en una fase de ir al tratan, sin que unos adquieran una ventaja definitiva ni los otros dieran síntomas de poder remontar. Se dio más una lucha por el basketaverage que por el partido, pues para dirimirlo solo hubo que esperar al pitido final. (78-65)

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