La partida de póker por Borja Iglesias | OneFootball

Casi todo el mundo del fútbol da por hecho que Borja Iglesias acabará jugando en el Celta la próxima temporada, pero lo cierto es que el regreso del Panda se cocerá a fuego lento, en una batalla psicológica entre el Betis, club propietario de sus derechos, y el Celta, que pueda prolongarse hasta el final del mercado de fichajes.

El Diario de Sevilla explica que el Betis da por amortizado al futbolista, al que tan solo le queda un año de contrato, pero espera obtener algo a cambio de su traspaso. Este medio cifra en 5 millones la cantidad con la que comenzarán las negociaciones, sabiendo que esa cantidad se irá reduciendo y que en el Benito Villamarín son conscientes de que el traspaso será sensiblemente inferior.

Mientras tanto el jugador apura sus vacaciones siendo consciente de que comenzará a trabajar con su equipo, con el que está citado el 9 de julio para empezar a preparar el curso 2025-26, en el que el Betis también participará en la Europa League.

El Celta no trabaja en alternativas a Borja Iglesias. Claudio Giráldez cuenta con él, y el propio jugador ha apostado claramente por el club celeste con declaraciones públicas en la que ha dejado clara su intención de seguir vistiendo de celeste, donde esta temporada fue el máximo goleador con 11 dianas, muchas de ellas clave en las recta final del campeonato.

El club celeste quiere pagar lo mínimo posible por Borja Iglesias, algo lógico teniendo en cuenta su edad, pero no quiere renunciar a sus servicios, sabiendo que seguramente tendrá que esperar hasta ya comenzada la temporada para que se certifique su regreso. Ahí, en esa batalla de póker entre ambas entidades, ganará el que más capacidad tenga para aguantar. ¿Qué pesará más?, ¿Las ganas del Betis de liquidar este asunto, o la necesidad del Celta de cerrar el fichaje?. Ambos clubes tienen prisa por cerrar el acuerdo, pero el que de el primer paso seguramente pierda dinero.

El cierre del mercado, que todavía no se ha abierto por cierto, hará que cunda el nerviosismo en ambos clubes, y ahí será importante mantener la calma hasta el final. En ese sentido puede que Marco Garcés tenga el temple necesario para que la operación sea lo más positivo para el Celta.