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·9 April 2025
Guerra abierta en el Madrid: Bellingham no entiende a Ancelotti y estalla

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·9 April 2025
La derrota del Real Madrid ante el Arsenal ha dejado muchos frentes abiertos en el equipo blanco. Una de las imágenes que marcan la división en el vestuario blanco la protagonizaron Camavinga, Bellingham en una conversación durante el partido con Ancelotti. El inglés no pareció entender, o no pareció gustarle lo que le transmitía el técnico italiano. Su sonrisa irónica y de no entender lo que le pedían tras la conversación denotan los duros momentos que atraviesa el equipo.
Todavía se jugaba la primera parte, pero a Jude Bellingham no le estaba gustando nada lo que estaba viendo de su equipo, sobre todo por la fragilidad en el centro del campo, donde no eran capaces de frenar el juego de un Arsenal que sobrepasaba las líneas con una facilidad pasmosa.
Rondando el minuto 30, el futbolista inglés, junto a Camavinga, fueron hacia el banquillo para intentar encontrar soluciones a lo que pasaba en el campo. Desde el primer momento de la conversación se vio al futbolista contrariado por lo que escuchaba de la boca de Ancelotti. El entrenador indicaba una cosa, y el futbolista le decía otra.
Bellingham negaba con la cabeza, mostrando su contrariedad ante las indicaciones que estaba recibiendo desde la banda por parte de su entrenador. Terminó la conversación aguantando la mirada a Carlo, mientras seguía negando la cabeza con gesto de desaprobación. En ningún momento se aprecia falta de respeto en las imágenes, pero sí descontento por parte del futbolista con las órdenes que llegaban desde fuera del campo.
El Real Madrid fue un coladero en el medio del campo. La baja de Tchouameni fue más que evidente, Camavinga se multiplicaba en el medio del campo para cubrir la baja de su compatriota, a Modric se le hizo grande la medular, y Bellingham no podía sujetar él solo la insolidaridad defensiva de los hombres de ataque. Pese a que Rodrygo sí estuvo más implicado en las labores de defensa, no fue suficiente.
No sabemos cuál fue la conversación entre ambos en la banda, pero visto lo visto, parecía que el técnico señala qué áreas del campo había que cubrir, mientras que Bellingham parecía quejarse de la poca actividad defensiva de los hombres de ataque.
En unos cuartos de final de la Champions League, un equipo como el Real Madrid, o con cualquiera, no puede permitirse tener a jugadores que se desentiendan de las labores defensivas. Las consecuencias son las que se vieron ayer. Un equipo partido, que no propuso nada de juego, y desbordado ante un ataque tan bien trabajado como el Arsenal.
Otro aspecto que llama la atención fue la ayuda de los extremos: mientras que a Rodrygo se le vio comprometido en ayudar a Valverde para frenara las internadas de Martinelli por el ataque derecho del Real Madrid, las ayudas en la banda izquierda a Alaba para frenar a Saka venían de Bellingham y Camavinga, nunca de un Vinicius que, durante muchos tramos del encuentro parecía más un espectador en una posición privilegiada para el ver el partido que un futbolista.
El vestuario del Real Madrid evidencia la fractura y el nerviosismo que hay dentro al ver cómo los títulos para la presente temporada se van esfumando poco a poco. Habrá que ver cómo plantea el Real Madrid la vuelta y cuál es la actitud, clave para intentar una nueva remontada mágica en el Bernabéu que parece más lejana y más imposible que nunca. El Real Madrid deberá mostrar una cara que todavía no han mostrado esta temporada, se acaso el día del Dortmund en el Bernabéu, que se fueron al descanso perdiendo 0-2 y acabaron ganando 5-2.