De mal en peor | OneFootball

A estas alturas de la película no hay un aficionado que dude de que el equipo que tendrá la próxima temporada el Sevilla Fútbol Club va a ser peor que el actual. La confianza en el triunvirato Carrasco-Castro-Orta es menos que nula dada su trayectoria reciente, ya que la configuración de la plantilla lleva en los últimos años una evolución descendente realmente preocupante, lo cual se ve agravado por una situación económica calamitosa que ha sido obra, igualmente, de los protagonistas ya mencionados.

Que los pirómanos no pueden hacer de bomberos es algo que ya está más que demostrado en numerosas ocasiones, de ahí que el pesimismo cunda entre el sevillismo ante el empecinamiento del trío incompetente en mantenerse en sus cargos, sabedores como son de que en ningún otro destino laboral-profesional iban a ganar el elevadísimo sueldo del que disfrutan actualmente. ¿Dónde iban a pagarle a Del Nido Carrasco el dineral que percibe del Sevilla FC? He ahí la razón por la que se aferra al puesto como una sanguijuela al organismo al que chupa la sangre.

Una vez conseguida la salvación y a falta tan solo de dos partidos intrascendentes para los intereses sevillistas que se van a disputar con los futbolistas ‘en chanclas’, la dirección deportiva estará ya pendiente de las tareas que se acumulan para la ineludible renovación de la plantilla, desde la certeza de que jugadores como Lokonga, Sául o Suso no se volverán a enfundar la camiseta casi con total seguridad. Las constantes lesiones del belga son una rémora para su continuidad, la pitada de la afición el martes es una señal evidente para el madrileño, y el gaditano ya confirmó el secreto a voces de que su renovación no va a acontecer, por lo que ya puede apuntarse que el centro del campo va a ser zona prioritaria de revolución.

En el capítulo de las salidas, está también definido otro parámetro debido a la quiebra del club protagonizada por Carrasco-Castro, la cual les obligará a tener que desprenderse de cualquier futbolista por el que se ofrezca algún que otro puñado de millones. Por este concepto, no hay muchos nombres en la lista aunque Lukebakio y Badé siguen teniendo buen cartel a pesar de que su desempeño en el tramo final de la liga no está siendo el más conveniente para su revalorización. Junto a ellos, algunos canteranos como Kike Salas o Juanlu pueden igualmente reportar un importante beneficio económico para la entidad, cuyo balance de resultado se encuentra en una urgencia acuciante de ser compensado antes de que llegue el mes de julio.

Por tanto, antes de concluir el campeonato y con un somero repaso, ya aparecen al menos cinco o seis fichas a cubrir con nuevas incorporaciones para las cuales la cantidad económica disponible es reducidísima, lo cual aterra a una afición que es plenamente consciente de que la falta de recursos monetarios sólo puede suplirse con imaginación y sabiduría futbolística, precisamente dos cualidades que, hasta la fecha, Víctor Orta no ha demostrado tener. Solo hay que pensar que los supuestos goleadores fichados por el actual director deportivo (Iheanacho, Véliz, Akor Adams) no han marcado ni un solo gol como sevillistas. No es de extrañar, pues, que tiemblen las piernas de los aficionados nada más de pensar cuál será el perfil de futbolista que vendrá para la próxima campaña dada la situación del club y la incapacidad de los dirigentes.

La salvación sellada esta semana con la victoria ante Las Palmas, acompañada de la derrota del Leganés en Villarreal, no ha hecho, por tanto, más que solventar puntualmente el problema de esta temporada, pero la estabilidad del Sevilla FC como institución no será permanente hasta que no se desvinculen de ella los actuales accionistas mayoritarios. La evolución de las tres últimas temporadas determina sin duda ninguna que su proyecto está absolutamente agotado, de ahí que sea ineludible que cedan el protagonismo a otros dirigentes más capaces -lo cual no es muy difícil- tanto por sus habilidades de gestión como por su interés de dotar de más energía a la entidad global, es decir, equipo, afición, patrocinadores, etc. La era de los Del Nido, Castro, Carrión, Alés y compañía está consumida; cuanto más tarden en entenderlo, peor será para el Sevilla FC.