Cuando el Celta peleaba por ganar LaLiga | OneFootball

A finales del siglo pasado y comienzos del presente el Celta era algo muy distinto a lo que es ahora. Para bien y para mal. En aquellas temporadas, el equipo celeste se codeaba con los grandes de Europa y también de LaLiga. Le faltó un título como colofón, pero en varias temporadas estuvo relativamente cerca.

LaLiga destacó ayer a través de sus cuentas en redes sociales la igualdad en la lucha por el título esta temporada, con el primero y el tercer clasificado separados por tan solo 3 puntos, y recordó algunas temporadas en las que había la misma o mayor igualdad en la jornada 23.

Una de esas temporadas fue la 2001-02, en la que a estas alturas del campeonato el Celta era co-líder, con los mismos puntos que el Real Madrid, y uno más que el Valencia, que ocupaba la tercera posición, y que finalmente sería campeón de la mano de Rafa Benítez.

Aquella fue una de las campañas más igualadas que se recuerda. En la jornada 26, el Valencia, que ya era líder, contaba con tres puntos de distancia sobre el séptimo clasificado, que era el Deportivo, mientras que el Alavés era octavo a 5 de la cabeza.

El Celta se iría descolgando de la lucha por el título por una mala racha en el tramo final, pero aún así acabó el curso en quinta posición, con 60 puntos, a 15 puntos del campeón. En el contexto de lo que era aquel Celta, se consideró un fracaso, y Víctor Fernández no fue renovado, llegando Miguel Ángel Lotina en su lugar, que lograría la clasificación para la Champions, aunque con un fútbol mucho más pobre que el de su predecesor.

El problema de aquel equipo fue que no logró hacer sostenible el proyecto, y le costó sustituir las piezas más importantes cuando se fueron marchando. La llegada de Carlos Mouriño, el descenso del equipo y no lograr ascenderlo a la primera, como sí había hecho su predecesor en 2005, provocó que la deuda acumulada por los dos mandatarios llevase al Celta al borde de la desaparición, que pudo ser efectiva en 2009 con el descenso a Segunda B del que nos libró Iago Aspas con su doblete ante el Alavés.