Diario La Escuadra
·10 janvier 2025
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El Consejo Superior de Deportes (CSD) ha desatado una tormenta en el fútbol español al conceder medidas cautelares para reinscribir a los jugadores del FC Barcelona, Dani Olmo y Pau Víctor. Esta decisión, que ha permitido a los futbolistas competir provisionalmente a pesar de haber sido desinscritos, ha generado una cascada de reacciones entre los clubes de LaLiga. La mayoría de estos equipos cuestionan abiertamente la medida, denunciando lo que consideran una amenaza al sistema económico y deportivo vigente. En este artículo, repasamos los comunicados y declaraciones más relevantes, subrayando las críticas y preocupaciones de cada equipo implicado.
El Atlético de Madrid no tardó en manifestar su postura frente a la polémica decisión del CSD. En su comunicado oficial, el club expresó una «profunda preocupación» por el precedente que esta medida puede sentar para el fútbol español. Desde la entidad rojiblanca subrayaron que esta intervención gubernamental «abre las puertas a saltarse las normas» e incurrir en los mismos errores que llevaron a muchos clubes a la ruina en el pasado.
Además, el Atlético destacó que el sistema de control económico ha sido una herramienta crucial para garantizar la sostenibilidad de los equipos y la equidad en la competición, algo que consideran «admirado internacionalmente». Para el club presidido por Enrique Cerezo, «sin unas normas claras e iguales para todos, no hay competición justa posible«, dejando claro su compromiso con una gestión rigurosa y responsable.
El RCD Espanyol, histórico rival del FC Barcelona, emitió un comunicado en el que destacaba su «inquietud y preocupación» ante la decisión del CSD. Según el club catalán, esta resolución crea un «precedente muy peligroso» que amenaza directamente la integridad de la competición . En su escrito, el Espanyol recordó que ha cumplido rigurosamente con las normas económicas, a pesar de las dificultades que ello supone, y subrayó que esta decisión pone en riesgo los principios de igualdad y justicia en el fútbol español.
Por su parte, el Valencia CF también se pronunció con firmeza. En su comunicado, el club de Mestalla criticó la medida del CSD por ser contraria a la posición de LaLiga y la RFEF, instituciones clave en el fútbol profesional. Además, señalaron que la resolución «pone en peligro los pilares fundamentales de la gestión económica«, destacando que el sistema de fair play financiero ha sido reconocido incluso fuera de España como un ejemplo a seguir. El Valencia alertó que este tipo de decisiones pueden afectar negativamente la sostenibilidad del fútbol a largo plazo.
La UD Las Palmas fue uno de los primeros clubes en reaccionar públicamente. En su comunicado, el club amarillo manifestó su «absoluto desacuerdo» con la resolución del CSD, calificándola como un «grave peligro para la integridad de la competición«. También destacaron la «celeridad inusual» con la que se tomó esta medida, sin dar participación a LaLiga ni a la RFEF, algo que consideran una violación de los principios de transparencia y equidad.
El Athletic Club, a través de su presidente Jon Uriarte, también dejó claras sus preocupaciones. En unas declaraciones a Movistar+, Uriarte calificó la situación como «esperpéntica» y lamentó que el fútbol español se vea envuelto en este tipo de polémicas. El dirigente subrayó que este tipo de decisiones no son beneficiosas para la imagen ni para el futuro del fútbol nacional, dejando entrever un claro descontento con la falta de claridad en las normas.
El entrenador del Málaga CF, Sergio Pellicer, no se guardó palabras al referirse a esta polémica. Recordó cómo su club fue duramente castigado en el pasado por incumplir las normas financieras, lo que les llevó a una situación crítica. Pellicer señaló que «las normas no son iguales para todos«, y que esta resolución del CSD marca un antes y un después en el tratamiento de las reglas en el fútbol español.
José Bordalás, técnico del Getafe CF, también mostró su descontento. Aunque reconoció que los jugadores no son responsables de la situación, criticó que equipos como el suyo se ven obligados a cumplir estrictamente con el fair play financiero , mientras que otros parecen tener excepciones. «Las reglas deben ser iguales para todos«, declaró Bordalás, dejando clara su frustración con la disparidad en la aplicación de las normas.
Aunque el presidente de LaLiga, Javier Tebas, apuntó directamente al Real Madrid en redes sociales, acusándolos de «silencio cómplice«, el club merengue no ha emitido un comunicado oficial sobre el caso. Carlo Ancelotti, su técnico, se limitó a decir: «Tengo opinión, pero no quiero darla«.
El caso de Dani Olmo y Pau Víctor no solo pone en tela de juicio la gestión del CSD, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro del fair play financiero y la igualdad en el fútbol profesional. Con más clubes sumándose al debate, queda por ver cómo esta situación afectará al panorama competitivo en LaLiga y qué decisiones tomarán las instituciones implicadas.
¿Es este el comienzo de una nueva era de incertidumbre en el fútbol español?