El debut del maestro | OneFootball

El 25 de junio de 1972 es una fecha que cambio la historia del Club Atlético Independiente. Aquel día, debutaba un enganche de 18 años, uno que guardaba una clase infernal, uno que siempre aparentó una mayor edad por su peinado, y que se convirtió en un emblema, el más grande en la historia del club y del fútbol argentino: Ricardo Enrique Bochini.

Hace exactamente 53 años, el "Bocha" debutó como profesional en un partido ante River Plate, por la fecha 21 del Torneo Metropolitano de 1972, en lo que fue derrota 1-0 para el "Rojo". En aquel encuentro, Bochini reemplazó a Hugo Saggioratto, a los 29 minutos del segundo tiempo, con la camiseta número 16. Así había salido el equipo a la cancha: Carlos Gray; Eduardo Commisso, Francisco Sá, Luis Garisto, Ricardo Pavoni; Víctor Palomba, Antonio Moreira, Hugo Saggioratto; Agustín Balbuena, Manuel Magán y Rubén González. Además, el entrenador era Pedro Dellacha. Desde ese día, aquel mágico futbolista nunca se puso la camiseta de otra institución.

Sin saberlo, ese día Argentina vio la presentación del jugador con más clase que ha visto en su fútbol, el ídolo del mismísimo Diego Armando Maradona, quien lo recibió en su primera convocatoria a la Selección Argentina, dirigida por Carlos Salvador Bilardo, con una de las frases más icónicas: "Pase maestro, lo estábamos esperando". Dicho sea de paso, el oriundo de Zárate se estrenó con la "Albiceleste" también el 25 de junio, pero de 1986, ni más ni menos que en las semifinales del Mundial de México, cuando ingresó unos minutos ante Bélgica.

¿La historia del "Bocha" en Independiente? Única: 715 partidos jugados (1972-1991), 108 goles marcados, una cantidad infinita de asistencias (por aquellos años estas no se contabilizaban), 13 títulos ganados (récord en la institución) y un legado que durará para siempre.

En el fútbol cada vez es menos frecuente la figura del One Club Men, mucho menos en Argentina, donde la mayoría de los futbolistas elige sus destinos basándose en lo económico, y no tanto en la gloria. De hecho, ni siquiera en Europa se mantuvo esta tendencia, tal vez con Francesco Totti, como máxima bandera, tras toda una vida en la Roma de Italia.

Sin importar cualquier factor externo o interno, el más grande de nuestro fútbol eligió al "Rey de Copas", en su debut, en su mejor momento, y hasta el final de su brillante carrera, en la que fue pieza clave de las mayores glorias que vivió el club, y en la que escribió su propia historia, una que jamás se borrará y que siempre estará pintada de rojo.