
La Colina de Nervión
·13 de abril de 2025
Juegos de fútbol nostálgicos de los años 90 y 00

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·13 de abril de 2025
Un viaje al pasado nunca está de más, especialmente si creciste en los 90 o principios de los 2000. Aquellos eran tiempos dorados para los videojuegos de fútbol. Gráficos pixelados, controles básicos, pero pura magia. Juegos que no necesitaban realismo para atraparte durante horas. Malina casino nos recuerda esa era donde todo se sentía nuevo, fresco, y sin complicaciones. Aquí vamos a repasar esas joyitas que marcaron una época y se clavaron en la memoria gamer.
Hoy muchos juegos de fútbol son simuladores casi reales. Pero antes, lo que importaba era la diversión. Títulos como International Superstar Soccer Deluxe o Sensible Soccer ofrecían jugabilidad directa, sin rodeos. Eran frenéticos. No necesitabas aprender 200 combinaciones. Solo saber moverte, pasar y disparar. Lo justo y necesario.
Esa «simplicidad» era parte del encanto. No había parches semanales ni updates. Lo que tenías en el cartucho o disco era lo que había. Y aun así, muchos los jugamos años sin aburrirnos. La nostalgia no viene solo del pasado, viene de una sensación: libertad pura en el juego.
Algunos títulos fueron clave. Marcaron a generaciones. Tenían ese «algo» especial que no se olvida. Aquí una lista con algunos de los más queridos:
Todos tenían un sabor distinto. Cada uno aportaba algo único. Y en muchos casos, bastaba con 2 botones para dominar la cancha.
Los juegos de antes tenían algo que a veces falta hoy: momentos inolvidables. No hablamos de gráficos. Hablamos de risas, gritos, hasta peleas sanas entre amigos por un gol en el último minuto. Las casas se convertían en estadios. El mando era un trofeo.
Y es que había situaciones recurrentes que todos vivieron. Por ejemplo:
Eran rituales. Parte de crecer con videojuegos.
Aunque los 90 y 00 fueron básicos en términos de tecnología, muchos de esos juegos ya marcaban el camino. Algunos incluían condiciones climáticas. Otros tenían comentaristas (aunque robóticos). Y los primeros editores de equipos empezaban a asomar.
Hoy, los simuladores son casi foto-realistas. Pero muchos siguen usando motores de física heredados de esas épocas. La base fue buena. Solo la han pulido. Incluso hay detalles que se extrañan:
Volver a esos juegos es como ponerse unas zapatillas viejas: cómodas, conocidas, entrañables.
Antes de las partidas online, lo que mandaba era jugar en el mismo cuarto. Dos, tres, hasta cuatro amigos frente a una tele. Gritos, empujones, revancha inmediata. El multijugador local era el alma de la experiencia.
Y tenía sus reglas no escritas:
Todo eso construía comunidad. Era competitivo, pero también fraternal. Hoy eso cuesta más.
La clave de esos títulos estaba en la jugabilidad. Podías tener cero licencias o estadios inventados, pero si el gameplay funcionaba, te enganchaba. Había fluidez. Tenían ese «no sé qué» que hacía que jugar uno más fuera inevitable.
Y algunos trucos de entonces siguen vigentes:
Aunque hoy todo es más complejo, ese principio sigue firme: si un juego se siente bien al jugar, ya ganó.
No se trata de que antes todo fuera mejor. Pero sí diferente. Más directo. Con alma. Los juegos de fútbol de los 90 y 00 eran menos espectaculares, pero más entrañables. Te hacían sentir parte. Y eso, en el fondo, es lo que todos buscamos cuando encendemos la consola.
Revivir esos títulos hoy es como abrir una caja con tus juguetes favoritos. Están un poco gastados, tal vez simples, pero siguen teniendo ese poder de hacerte sonreír. Y eso, amigo gamer, no tiene precio.