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Sergio Cortina·11 de julio de 2025
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Sergio Cortina·11 de julio de 2025
Una década y media después, el recuerdo de aquella mágica final en Johannesburgo no se nos borra de la cabeza.
El 11 de julio de 2010, España escribió la página más feliz de su historia al coronarse campeona del mundo por primera vez y hoy los recordamos.
📸 Laurence Griffiths - 2010 Getty Images
En el minuto 28, Nigel de Jong se llevó por delante a Xabi Alonso con una patada en el pecho. Howard Webb solo le mostró tarjeta amarilla, desatando una ola de indignación entre periodistas y aficionados.
Lo que no sabía De Jong es que estaba prendiendo la mecha...
En el minuto 62, Robben quedó solo ante Iker Casillas y el estadio contuvo el aliento.
El portero español se estiró con la punta del pie derecho para desviar el disparo, en una de las paradas más importantes de la historia del fútbol español.
Minuto 116. Fábregas sirve un pase que Andrés Iniesta controla con la clase de siempre antes de fusilar a Stekelenburg.
Camacho gritando “¡Iniesta de mi vida!” en la retransmisión televisiva es historia de nuestra vida.
📸 GABRIEL BOUYS - 2010 AFP
Tras marcar el gol del título, Iniesta se quitó la camiseta para mostrar una dedicatoria a su amigo fallecido, Dani Jarque. El gesto conmovió al mundo y fue ovacionado incluso por la afición rival. Aquella noche, España no solo ganó con fútbol, sino también con corazón.
En el minuto 120+3, el silbato de Howard Webb puso fin a una final sufrida, tensa y gloriosa. Jugadores, técnicos y suplentes se fundieron en un abrazo eterno mientras millones de españoles salían a las calles a celebrarlo como nunca antes.
Aquel sonido fue el inicio de una fiesta que duró toda la noche... y sigue durando para todos los que la vivimos.
📸 LLUIS GENE - 2010 AFP