Crónica: La Atalanta asalta el Diego Armando Maradona | OneFootball

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·4 de diciembre de 2021

Crónica: La Atalanta asalta el Diego Armando Maradona

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La Atalanta ha derrotado por 2-3 al Nápoles como visitante en la decimosexta jornada de la Serie A. En un encuentro tremendamente disputado en el que los de Gasperini impusieron su poderío ofensivo frente a las bajas de los locales.

Tras un inicio titubeante, los de Gasperini golpearon primero


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Este duelo de la nobleza de la Serie A se inició con el Nápoles llevando la iniciativa en el juego mediante una posesión del balón concentrada en el segundo tercio de campo y que debido a la velocidad con la que lo desplazaba y la dirección horizontal que le imprimía, no estaba siendo sinónimo de peligro ni de continuidad en ataque. Frente a una Atalanta que en los primeros minutos prefirió mostrarse prudente agrupando sus líneas en un bloque medio, que consiguió impedir que Mertens y Lozano tuviesen protagonismo en el juego. Los primeros en golpear serían los visitantes, cuando un pase en largo perfectamente medido desde la zaga llegó a los pies de un siempre portentoso Duván Zapata quien consiguió perfilarse para servirle en bandeja de plata la opción de remate a un Malinovskyi que perforó la meta local, con un bellísimo zurdazo desde la frontal. A raíz del 0-1, los dirigidos por Gasperini comenzaron a manejar el esférico con una mayor frialdad, encadenando pases con gran criterio sin perder de vista el área contraria. A la que se aproximarían con peligro ampliando el terreno de juego con los carrileros, que no dejaron de buscar al atacante colombiano y a los mediapuntas que estaban encontrando zona de remate, ganando línea de fondo.

Con el paso de los minutos, los dirigidos por Luciano Spalletti, hoy sancionado, recuperaron la iniciativa en el juego y en sus secuencias de pases hicieron todo lo posible por conectar con Mertens y Lozano, que adquirirían un mayor protagonismo entre líneas cediéndoles los costados a los laterales Malcuit, por derecha, y Di Lorenzo, por izquierda, que no estaban originando ninguna superioridad. Con el dominio napolitano, los nerazzurri optarían por reagruparse por detrás de la línea de pelota intentando cortar cualquier línea de pase mediante una basculación correctamente formulada. Las ocasiones de peligro no estaban siendo especialmente numerosas a causa del respeto mutuo que se tenían ambos conjuntos y los escasos riesgos que se estaban asumiendo en cada pase, elaborando concienzudamente sus jugadas. El temor llegó a tal punto, que incluso tras una recuperación intentaban impedir que el duelo se rompiese e imperase un ritmo de ida y vuelta sin orden ni concierto. No obstante, en una acción al contraataque después de una aproximación de la Dea en la que Zapata pidió mano muy tibiamente, Zielinski igualó el enfrentamiento en una gran acción colectiva donde recibió una dejada de Mertens desde línea de fondo, para perforar la meta de Musso, en dos tiempos, ante la apatía defensiva de la Atalanta. Con el empate, el partido tuvo un pequeño tramo hasta el descanso, de mayor descontrol, en el que los napolitanos quisieron aprovechar el golpe psicológico para encauzar la remontada ante el nerviosismo de su rival.

Los locales salieron más motivados

El paso por los vestuarios pareció reforzar mucho más a un conjunto partenopeo, envalentonado tras empatar justo antes del descanso pese a desplegar un once de circunstancias, que se mostró mucho más intenso y decidido adueñándose de la posesión frente a un oponente que no parecía reponerse del empate. Al par de minutos del segundo tiempo, Mertens conseguiría adelantar a los locales, después de una carrera de 50 metros, gracias a que Malcuit supo leer su desmarque a la perfección, para que el belga encarara a Musso y lo superase en el mano a mano. El 2-1 en unas circunstancias tan adversas, no les ofreció otra alternativa que la de ceder la iniciativa al contrario y reagruparse en las proximidades de su área con las líneas mucho más unidas. Del mismo modo, los dirigidos por Gasperini asumieron la iniciativa en el juego y se propusieron llegar al último cuarto de campo sin excesivos alardes: intentando elaborar sus jugadas mediante la conexión con un recién entrado Ilicic, que se mostraba efervescente cada vez que entraba en contacto con el esférico, pero que ante la ausencia de opciones de pase que implicasen un progreso, no dudaban en recurrir a los métodos clásicos como los centros al área en busca de un Zapata cada vez más rodeado y temido por sus adversarios, así como la explotación de las acciones a balón parado.

Como resultado del ligero dominio posicional de los bergamascos, Demiral pondría el empate a dos en el electrónico superando con maestría al guardameta Ospina, desde el interior del área, tras una excelente asistencia de Tolói. A raíz del empate, se mostrarían mucho más resueltos a luchar por completar la remontada, volcándose en ataque con una mayor presión tras pérdida e incidiendo en el juego por bandas, el cual pudo abrir nuevamente el camino del gol cuando en una notable jugada colectiva, Ilicic asistió a Freuler, para que pusiese por delante a los lombardos con un terso disparo con la pierna izquierda desde la frontal, el cual entró ajustado al palo desatando nuevamente la euforia en el banquillo visitante. En los últimos minutos, los dirigidos por Spalletti intentaron tomar las riendas del juego con más voluntad que calidad y mecanismos colectivos, pues amén de las ausencias de Osimhen, Koulibaly, Insigne y Fabián, a la tragedia napolitana se le sumaban las de Mertens y Lozano, que habían sido sustituidos por Petagna y Ounas, resintiéndose el poderío colectivo de un conjunto que apenas fue capaz de ofrecer soluciones, germinando situaciones de peligro únicamente con envíos al área y en segundas jugadas en las que no estaba encontrando en ningún momento una posición cómoda de remate. En la otra cara de la moneda, los visitantes afrontaron los últimos estertores intentando mantener la pelota durante el máximo tiempo posible, asegurando la entrega e intentando entrecortar al máximo el inicio de la jugada de los celestes. Con esta victoria, la Atalanta se mantiene cuarta, recortando su distancia con el líder a cuatro puntos y aumentando la brecha con el quinto clasificado -la Roma- a nueve puntos, mientras que el Nápoles cae del primer al tercer puesto.

Ficha Técnica

-Napoli: Ospina – Di Lorenzo, Rrahmani, Juan Jesus, Malcuit – Mário Rui, Lobotka, Zielinski – Lozano, Mertens, Elmas.

-Atalanta: Musso – Toloi, Demiral, Palomino – Zappacosta, De Roon, Freuler, Maehle – Pessina, Malinovskyi – Zapata.

-Goles: 0-1, min.7, Malinovskyi. 1-1, min.40, Zielinski. 2-1, min.47, Mertens. 2-2, min.66, Demiral. 2-3, min.71, Freuler.

-Maurizio Mariani amonestó a Malinovskyi (min.17), Rrahmani (min.58), Malcuit (min.64), Pasalic (min.82), Djmsiti (min.87).

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