Vermouth Deportivo
·15 de noviembre de 2022
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El defensor alemán del Real Madrid utilizó todas sus ganancias de la Copa del Mundo para ayudar a los más necesitados del país de su madre.
El Mundial de Qatar todavía no arrancó, pero Antonio Rudiger ya comenzó a jugarlo con acciones solidarias por fuera de las canchas. El defensor alemán donó todo el dinero que tiene previsto ganar en esta Copa del Mundo para que hasta once niños africanos puedan ser operados y tener una vida mejor y “más justa”.
En cooperación con la organización de ayuda alemana BigShoe, el central del Real Madrid financió una serie de tratamientos extremadamente complejos, costosos y, lo más importante, que cambian la vida de los niños. En este caso, los pequeños pacientes provienen de Lunsar, una ciudad en el segundo hogar de Rudiger, Sierra Leona, de donde proviene su madre Lily, y que sufren principalmente de pies zambos congénitos.
El pie equinovaro, como es comúnmente conocido dentro de la medicina, es una afección que involucra los pies y la parte inferior de la pierna cuando el pie se curva hacia adentro y hacia abajo. Es una afección hereditaria y/o congénita, lo cual significa que está presente al nacer. Si bien es el trastorno congénito más común de las piernas, su causa aún es un misterio y puede ir de leve y flexible a grave y rígido.
Esta ausencia de alineación perjudican enormemente la vida de los niños, no solo por los problemas físicos evidentes, sino porque estas discapacidades están muy estigmatizadas socialmente en Sierra Leona. Los afectados no solo se ven obligados a depender de muletas por el resto de sus vidas, sino que además se aíslan, sufren acoso escolar y apenas tienen posibilidades de conseguir un trabajo y llevar una vida normal.
“Duele ver las circunstancias en las que crecen los niños de Sierra Leona”, lamentó Rudiger, para luego explicar que “durante la cirugía, la desalineación se corrige antes de que los pacientes puedan volver a caminar y participar en la vida social, después de varios meses de tratamiento de seguimiento”. El germano es consciente de la posición privilegiada en la que se encuentra gracias al fútbol, es por eso que para él “es una cuestión de honor” poder ayudar en su país materno.
“En Alemania me dieron las oportunidades que a muchas personas en Sierra Leona se les niegan. Estoy agradecido por eso y aprecio enormemente la situación privilegiada en la que me encuentro”, reconoció el futbolista, que enfrentará a Japón, España y Costa Rica en el Grupo E de la cita mundialista.
Al margen de las operaciones, Rudiger envió multitud de camisetas a Sierra Leona para animar a los niños después de las cirugías, a menudo extremadamente dolorosas. “Me gustaría implementar muchos más proyectos en Sierra Leona con mi familia en el futuro”, concluyó Antonio, que tiene como próximo objetivo crear la “La Fundación Antonio Rüdiger para Sierra Leona”, con la que pretende darle una ayuda mayor a los niños más necesitados.