Opinión| "Llega tarde" por Rafa García | OneFootball

El consejo de administración del Sevilla FC, mediante un comunicado, ha decidido romper relaciones con el Real Betis tras la denuncia de este por la celebración en el césped en el último derbi. La decisión llega ahora, aunque pudo llegar mucho antes.

Pudo llegar, y debió llegar, cuando se mofaron de un jugador que había sido agredido en su estadio. Directivos, jugadores y hasta su director de medios, ese que va llamando "matón de discoteca" a los jugadores rivales desde la radio del club, tuvieron gestos bastante "desafortunados" ante el lamentable hecho sufrido por nuestro jugador Joan Jordan.

Pudo llegar, y debió llegar, cuando sus consejeros sacaron camisetas tras la consecución de la copa del rey aludiendo a nuestro centenario.

Pudo llegar, y debió llegar, cuando Blas Ballesteros, consejero del Betis, llamó a nuestro estadio "La Ramona"  en un acto en el que se homenajeaba a los jugadores vascos que habian militado en su club y en el que la propia presidencia del club vasco tuvo que llamar la atención al consejero ante la falta de respeto.

Pudo llegar, y debió llegar, cuando en el derbi echaron amoniaco en el vestuario visitante y bloquearon las ventanas.

Pudo llegar, y debió llegar, cuando se negaron a vender entradas a la afición sevillista alegando que en el anterior derbi habían destrozado la zona. Cosa que fue desmentida por los propios empleados del club.

Pudo llegar, y debió llegar, cuando los medios oficiales del Sevilla FC fueron vetados y no pudieron acudir a su estadio a retransmitir un derbi.

Pudo llegar, y debió llegar, cuando su entrenador se mofó de Juande Ramos tras haber sufrido un botellazo (en esto son expertos), cuando llamó "mono" a Dani Alves o cuando insultó a Luis Fabiano. Pudo llegar, y debió llegar, cuando el que era su dueño se mofó de nuestos emblemas en las celebraciones de nuestro centenario, llamando "sabana pintarrajea" a nuestra bandera.

Pudo llegar, y debió llegar, cuando primaron al Lleida en un encuentro de la segunda división donde ellos no se jugaban nada.

Pudo llegar, y debió llegar, cuando en una eliminatoria de copa jugado ante el Español su vicepresidente, José León, chivó al conjunto catalán una alineación indebida que ni el propio conjunto catalán habia reclamado. El partido se repitió y el Sevilla volvió a vencer.

Pudo llegar, y debió llegar, cuando el busto, cuando el himno en bucle, cuando colocaron a ultras junto al palco para que insultasen a Del Nido, cuando pararon a jugadores y miembros del club a la entrada de su estadio y pidieron que se identificasen para dejarlos acceder como si no conociesen a Kanoute o a Monchi...

Pero hay una ocasión en la que pudo llegar y debió llegar, y fue cuando tras la consecución de su título de liga fueron a jugar a Cataluña una serie de partidos y se quedaron sin dinero para volver, teniendo que recurrir a la Federación Andaluza y a "afamados Sevillistas" según palabras del secretario de la junta del Betis, Francisco Fernández. Ahí es donde perdimos la oportunidad de que se hubiesen quedado en la "novena provincia" y que a estas alturas estuviesen los culés escuchando que son del Barcelona de finales y que ellos son los auténticos grandes de la ciudad. Porque la grandeza, como todo el mundo sabe, se mide en sentimientos.

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