Los tres arqueros de la Selección pasaron por Nacional | OneFootball

¡Parceros, qué orgullo tan berraco! Tres arquerazos con corazón verde estarán representando a la Selección Colombia en las Eliminatorias, y todos tienen algo en común que nos llena de alegría: pasaron por el glorioso Atlético Nacional. David Ospina, Kevin Mier y Camilo Vargas son puro talento criado en la casa verdolaga, y ahora van por la gloria con la Tricolor. ¡Puro ADN Verde, mi llave!

Empecemos por el capo, el eterno, el capitano: David Ospina. Ese man es historia pura, parceros. Salió de nuestras inferiores como un pelado lleno de sueños, y hoy es el referente de toda una generación. Ha estado en mundiales, copas, ha enfrentado monstruos del fútbol mundial, y siempre con humildad y corazón.

Sigamos con Kevin Mier, el pelao que llegó calladito, se puso los guantes y terminó siendo figura y campeón con Nacional. Ese man se ganó el amor de la gente a punta de atajadas salvadoras y de una personalidad tranquila, pero segura. Hoy vuela en el fútbol mexicano, parchado en Cruz Azul, pero siempre lleva en su corazón la estrella verde. ¡Y ahora, convocado a la Sele! A romperla, Mier, que vos sos talento puro de la cantera verdolaga.

Y qué decir de Camilo Vargas, otro arquero con sello verde. Estuvo en la era de Juan Carlos Osorio, ese técnico loco y brillante que nos dio tantas alegrías. Vargas no solo atajó, también aprendió a jugar con los pies, a liderar desde el fondo, a leer el juego como un crack. Y hoy en día, con experiencia en México y una madurez impresionante, sigue siendo pieza clave en la Selección. ¡Orgullo verdolaga, mi hermano!

Lo más bonito de todo esto, parceros, es que los tres guardametas tienen algo en común: pasaron por la misma casa, por el mismo camerino, por la misma cancha que ha visto crecer a tantos ídolos. Eso dice mucho del trabajo que se hace en Nacional. Aquí no solo se gana, también se forma, se sueña y se construye futuro. ¡Así es el Verde!

Desde la tribuna, con la camiseta puesta y la garganta lista para alentar, nos llena el alma ver a nuestros exjugadores brillar a nivel internacional. Porque uno nunca deja de ser verdolaga, eso se lleva tatuado en el alma, así estén en otra liga o defendiendo otro escudo. ¡Nos representan, parce! Y lo hacen con verraquera y clase.

Así que ya saben, mi gente: cuando vean a Ospina, Mier o Vargas volando bajo los tres palos, sepan que hay un pedazo de Nacional en cada atajada. El Verde sigue marcando la historia del fútbol colombiano, no solo con títulos, sino también con legado. ¡Aguante el Verde, aguante la Sele, y aguante nuestra escuela de campeones!