Lamine Yamal se corona en el Bernabéu y da una lección a Vinicius y Endrick | OneFootball

Solo tiene 16 años, suficientes para dar lecciones a un Vinicius que parece tener problemas para madurar. Está en todos los jaleos. Anoche también, apenas 24 horas después de derramar unas lagrimitas en las que nadie ha creído.

Yamal se corona en el Bernabéu

Lamine Yamal fue el gran protagonista del España-Brasil eclipsando a todos los demás. A Vinicius y a Endrick, en un escenario en donde todo estaba preparado para rendirles culto. El color de su piel es oscuro, pero no tiene problemas de racismo ni de nada con nadie. Fundamentalmente porque no se los busca. Por eso fue ovacionado por el Bernabéu como años atrás pasó con Ronaldinho.

Yamal forzó el primer penalti, dio la asistencia del segundo gol de España a Olmo e intervino en la construcción del penalti a Carvajal que significó el tercer gol de España. Y, además, protagonizó los momentos más brillantes del España-Brasil con jugadas individuales estelares que llevaron de cabeza a la experimentada zaga brasileña. Volvió locos a Wendell y Lucas Berardo por su banda. Un recital con 16 años.

Se entiende el orgullo del barcelonismo con su cantera, con La Masía. A diferencia de las satisfacciones que puedan dar Vinicius o Endrick, Lamine Yamal es un producto con ADN cien por cien culé. Formado en casa y nacido en casa. No ha hecho falta atravesar el Atlántico con un fajo repleto de billetes para encontrarle.

Vinicius tal cual es

Lamine Yamal se coronó en el Bernbéu en la noche en la que Vinicius se mostró tal cual es: liante, pendenciero, provocador y protagonista principal de tanganas. Más cerca de su realidad que la que mostró ante las cámaras de Netflix debutando como actor de series intentando causar pena acusando a España de racista, aunque entre todos los futbolistas de color que juegan aquí solo él haya tenido problemas de racismo. Y él sigue sin encontrar la respuesta.

Vinicius provocó a Laporte con un codazo en la espalda sin balón con la esperanza de provocar una reacción y un altercado que acabara con él en el suelo. Rodri se lo recriminó y Laporte le puso en su sitio: "A lo mejor quería bailar conmigo", dijo. Y añadió de forma irónica: "solo quiero jugar a fútbol", recordando una frase de Vinicius en su última rueda de prensa. Y luego lideró la crispación entre los dos banquillos y pidió explicaciones a todos, desde el árbitro hasta el banquillo español. Discutió con todos. Con Oyarzábal, con Morata y hasta con su propio compañero Joselu. Vinicius en estado puro.

El feo detalle de Endrick

¿Y Endrick? Todo estaba preparado para que fuera su gran noche después de su gol a Inglaterra. Pero, con un año más que Lamine Yamal, Endrick se quedó en el banquillo y salió en la segunda mitad. Es cierto que salió y marcó un golazo que necesitó de la colaboración de un defensa español que desvió la trayectoria del esférico. Pero Endrick no será recordado por eso en su debut en el Bernabéu sino por su agresión a Cucurella que solo mereció el castigo de la tarjeta amarilla en lo que parece que será un avance de su estancia en España. Poco más hizo en el medio partido que jugó.

Lamine Yamal reinó por encima de todos los demás. Tiene 16 años, ya es el mejor en un España-Brasil y es del Barça. Y en Madrid seguirán quejándose de por qué España sigue apostando por los jugadores del Barça. Lamine ha querido jugar con España, otros jugadores españoles del Real Madrid, que no va sobrado de futbolistas nacionales, han preferido Marruecos. Y la reacción a esa traición es cargarle el mochuelo al seleccionador, que entiende que entre Brahim y Yamal se queda con el mejor.