Fondo Segunda
·6 August 2025
El Andorra sigue apostando por talento joven

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·6 August 2025
En el camino hacia la estabilidad competitiva en LaLiga Hypermotion, el FC Andorra ha encontrado un refuerzo más. Uno con hambre, futuro y olfato goleador. Marcos Fernández, delantero de 22 años, aterrizará en el club tricolor cedido por el RCD Espanyol, que lo incorporó este verano como agente libre tras su gran temporada en el Betis Deportivo. El acuerdo está pendiente de oficialidad. Y el atacante se incorporará de inmediato a la dinámica de Ibai Gómez.
EL MERCADO DE FICHAJES DE LALIGA HYPERMOTION
El fichaje de Marcos por el conjunto perico fue uno de los movimientos silenciosos pero interesantes del mercado de jugadores sub-23. Fue una de las piezas más diferenciales en la cantera verdiblanca la pasada temporada. Su polivalencia —puede actuar como ‘9’ de referencia o caer a bandas— y su lectura del juego lo convierten en un futbolista moderno, asociativo y con capacidad para romper líneas en conducción.
El club del Principado, que ha reconstruido su plantilla con profundidad tras una temporada de vaivenes, necesitaba presencia ofensiva. El área se había quedado huérfana de soluciones. O al menos requería de complementos. Marcos Fernández llega para competir el puesto, sumar energía joven y ofrecer alternativas de cara al gol.
Foto: Cadena Ser
Desde el entorno del Espanyol se valora esta cesión como una oportunidad para que el delantero se foguee en una categoría exigente y continúe su progresión. El FC Andorra, por su parte, suma un perfil que encaja en su filosofía de juego combinativo. Con futbolistas técnicos, de movilidad y entendimiento táctico.
Para Marcos, este préstamo supone su primer gran salto al fútbol profesional. Con el reto de adaptarse rápido y demostrar que sus cifras en la cantera no eran casualidad. Su madurez en el campo, a pesar de su juventud, y su instinto en los últimos metros son activos que podrían sorprender en una categoría tan competitiva como la Hypermotion.
En Andorra ya lo esperan. Y él, seguramente, también ansía demostrar que ha llegado para quedarse.