Vergara y Chivas: 22 años de promesas incumplidas y polémicas | OneFootball

Guadalajara, Jalisco.- Desde el 30 de octubre de 2002, la historia del Club Deportivo Guadalajara cambió radicalmente cuando la familia Vergara adquirió al equipo en una transacción llena de controversias. Jorge Vergara llegó prometiendo títulos, un nuevo Campeonísimo y la gloria perdida. Pero después de más de dos décadas, el legado de la familia en Chivas se define por conflictos internos, desacuerdos con jugadores y directores técnicos, y una afición que sigue esperando un resurgir verdadero.

¿Qué cambió en Chivas con la llegada de Jorge Vergara?

La llegada de Jorge Vergara en 2002 supuso una transformación en el modelo de gestión de Chivas, que pasó de ser una Asociación Civil a una Sociedad Anónima. Para algunos, este cambio era necesario para superar la crisis económica y los malos resultados deportivos que sufría el equipo, pero no todos los socios estaban de acuerdo. Desde la asamblea que aprobó la compra, el equipo se sumió en una disputa legal y en una serie de polémicas que marcaron la administración de Vergara.

Vergara, sin conocimiento de fútbol, llegó con un estilo de dirección poco ortodoxo que incluyó polémicas decisiones, como retirar las primas a jugadores y priorizar el entretenimiento sobre el rendimiento. No obstante, en cuatro años cumplió la promesa de un título en el Apertura 2006. Pero su sueño de crear un nuevo Campeonísimo quedó muy lejos de lo prometido, y sólo pudo celebrar un segundo campeonato en 2017, bajo la dirección de Matías Almeyda.

¿Más polémicas que títulos?

La familia Vergara ha cosechado más polémicas que títulos en estos 22 años. Jorge Vergara, recordado por su actitud provocadora, libró conflictos con jugadores como Oswaldo Sánchez y Omar Bravo, y convirtió en rivales a técnicos y figuras históricas del club. Al morir en 2019, su hijo Amaury heredó la presidencia, pero sus decisiones financieras y la falta de inversiones en jugadores de renombre han decepcionado a la afición.

El manifiesto con el que Jorge Vergara se presentó al Club Guadalajara prometía preservar símbolos históricos, respetar la esencia mexicana del equipo y construir instalaciones deportivas en ciudades como Los Ángeles y Chicago. Sin embargo, la administración Vergara vendió el Club Guadalajara Colomos, y las nuevas instalaciones nunca llegaron a concretarse, mientras que el escudo y colores del equipo fueron modificados en varios momentos, a pesar de la resistencia de la afición.

Ante el fallecimiento de Jorge, Amaury Vergara tomó el control de Chivas con una inversión inicial de 35 millones de dólares en refuerzos, pero hasta el momento no ha logrado llevar al equipo a los éxitos que su padre prometió. Con más interés en el cine que en el fútbol, su administración ha recibido críticas por la falta de inversiones en jugadores de calidad y una aparente desconexión con la afición, que reclama el espíritu ganador que caracterizó al club en épocas pasadas.

La presidencia de la familia Vergara ha sido controversial, y la relación con la afición sigue tensa. La promesa de 'ser el mejor equipo del mundo en 10 años' quedó en el olvido, y la historia de Chivas está marcada por dos títulos de liga en 22 años y conflictos internos.