San Lorenzo-Tigre, con sede definida y polémica asegurada | OneFootball

La elección del Estadio Nuevo Francisco Urbano, cancha de Morón, como sede para el cruce entre San Lorenzo y Tigre por los octavos de final de la Copa Argentina, genera preocupación principalmente por cuestiones de seguridad vinculadas a las relaciones entre hinchadas.

El motivo central es que la hinchada de Tigre y la de Morón mantienen una histórica amistad, nacida en 1975 tras un violento episodio en el que falleció un hincha del club de Victoria. Desde entonces, han compartido canciones, murales —como el que reza “que esta amistad nunca termine” alrededor del estadio— y tribunas. Esto significa que, en la práctica, Tigre jugaría “de local” en una cancha que no es propia, pero en la que sí contará con un apoyo ampliado: el de sus hinchas y también el de los locales.

Por el contrario, para San Lorenzo esto representa un escenario complejo y potencialmente hostil, ya que deberá disputar un duelo eliminatorio en una cancha cargada de simbología adversa y con tribunas que podrían presentar una mayoría opositora.

Además, si bien en el anterior encuentro de Tigre por Copa Argentina ante Banfield no se registraron incidentes, la presencia masiva de hinchas de San Lorenzo —con gran poder de convocatoria y rivalidades con hinchadas del oeste— aumenta el riesgo de enfrentamientos o desbordes.

Por todo esto, se plantea que la elección del estadio de Morón como sede no sería la más adecuada desde el punto de vista de la seguridad, y hay voces que piden reconsiderarla. Una opción que se evalúa es mudar el partido a La Fortaleza de Lanús, que ya ha sido sede neutral para este tipo de encuentros y ofrece mayores garantías de control.

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