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·12. Mai 2025
Luis Enrique se acuerda de Mbappé: ¿Y la Champions League y el Balón de Oro?

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Luis Enrique no lo puede evitar. Tras llevar al Paris Saint-Germain a la final de Champions League sin Mbappé, ha lanzado un dardo cargado de ironía al crack francés.
El PSG eliminó al Arsenal, el verdugo de Mbappé, con autoridad y se enfrentará al Inter en la final de Múnich. Luis Enrique está eufórico. Su proyecto está funcionando.
Y no olvida que intentó convencer a Kylian Mbappé para que se quedara, cuando ya se había comprometido con el Real Madrid. Le prometió un proyecto ganador, un equipo que jugaría bien y para él y que, además, estaría entre los grandes de Europa.
Mbappé no le creyó. Eligió al Real Madrid. Y Luis Enrique considera que se equivocó y que el tiempo le está dando la razón.
Porque mientras el PSG está a un paso de tocar el cielo, el Real Madrid se ha quedado en blanco esta temporada. Sin Liga, sin Copa y fuera de la Champions. Mbappé lo apostó todo al escudo blanco, pero en su primer año en el Bernabéu, no ha ganado nada.
En París, muchos ya piensan que se ha equivocado. Y Luis Enrique, por su parte, no ha podido resistirse a contactar con él para consolarse tras su hat trick en el clásico con derrota.
Para nadie es un secreto que Luis Enrique conserva su condición de barcelonista e incluso ejerce como tal, como sucedió recientemente cuando dijo que llevaba al Barça en el corazón.
Según fuentes cercanas al club parisino, el técnico habría contactado con Mbappé tras el pase a la final para “consolarlo” y, de paso, recordarle lo que dejó atrás. “¿Y la Champions? ¿Y el Balón de Oro?”, dicen que fue su frase con una media sonrisa.
Y mientras Mbappé digiere su año en blanco, en París Dembélé se postula como su heredero. El ex del Barça está firmando una temporada brillante. Y podría coronarse en Londres como campeón de Europa y serio candidato al Balón de Oro, siempre con el permiso de Lamine Yamal.
La vida da muchas vueltas, y Luis Enrique ha ganado la suya. Mbappé eligió otro camino. Pero el que sonríe hoy, sin duda, es el entrenador asturiano.