Confirmado: A Xabi Alonso le sobra Vinícius. Y se lo dejó claro en el Mundial de Clubs | OneFootball

El gesto no pasó desapercibido. Ni para el vestuario del Real Madrid, ni para el propio jugador. Xabi Alonso lo tenía decidido: Vinícius Júnior iba a ser suplente ante el PSG en el Mundial de Clubes.

El técnico, que no traga con egos ni concesiones, lo habló con el brasileño antes del partido.

Fue una conversación breve, tensa y reveladora. Vinícius no lo encajó bien. Pero justo cuando la bomba estaba a punto de explotar, ocurrió lo inesperado.

Trent Alexander-Arnold se lesionó en el calentamiento. Ese contratiempo obligó a reorganizar el once. Y ahí Vini volvió a entrar.

Una suplencia que solo aplazó el conflicto

Aunque finalmente jugó, la herida ya estaba abierta. Vinícius había recibido el mensaje más claro posible de su nuevo entrenador: en este Madrid, ya no hay vacas sagradas.

Ni siquiera para quien se sentía el heredero del liderazgo tras la retirada de Benzema y de Kroos.

Xabi Alonso quiere un equipo solidario, disciplinado y ordenado. Y Vinícius, con su estilo rebelde, su tendencia a la protesta y su lenguaje corporal, no encaja del todo en ese modelo. El técnico, además, considera que su desequilibrio en ataque no compensa los desajustes defensivos que provoca.

Un año después, el encaje de Mbappé con Vinícius no acaba de funcionar | Getty Images, Freepik, Madrid-Barcelona

Vinícius ya no está entre los favoritos

No es solo cosa de un partido. Internamente, Vinícius ha perdido su estatus de jugador indiscutible. Xabi lo ha dejado claro en las sesiones de trabajo.

Lo valora, sí, pero no le temblará el pulso a la hora de sentarlo si no rinde o si otro ofrece más equilibrio.

Y eso lo ha notado el propio jugador. Su relación con el entrenador es correcta, pero fría. Sabe que no tiene el respaldo absoluto que sí tenía con Ancelotti, quien lo defendía a capa y espada.

El futuro se complica

El episodio del Mundial de Clubes fue un aviso. Pero puede repetirse.

Con la llegada de Mbappé, el crecimiento de Bellingham, el regreso de Güler y la explosión de Gonzalo, Vinícius tiene cada vez más competencia directa.

A Vinícius se le han acabado los privilegios que tuvo con Ancelotti | Getty Images, Madrid-Barcelona

Y si insiste en querer ser el mejor pagado, como se filtró, puede chocar de frente con Florentino.

En el vestuario también hay división. Algunos consideran que se ha acomodado, que protesta más de lo que produce, y que sus gestos sobran. Otros, en cambio, le siguen viendo como un crack que solo necesita sentirse respaldado.

Pero lo cierto es que Xabi Alonso no se lo va a poner fácil. En su Madrid, el nombre ya no basta. El que no trabaje, no juega.

Y Vinícius lo está aprendiendo por las malas.