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·29 de janeiro de 2025
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·29 de janeiro de 2025
Parecía lejano, pero la última jornada de la fase de grupos de la UEFA Champions League ha llegado. Salzburgo y Atlético de Madrid despedían la liguilla del torneo en un encuentro muy distinto para cada equipo. Los locales, ya sin posibilidades, solo podían aspirar a cerrar su participación con una alegría. Pero el Atlético había viajado a Austria para sellar su clasificación dentro del top-8 y tenía ese objetivo entre ceja y ceja.
Cuando un equipo tiene claras sus intenciones, no deja lugar a dudas. Y el Atlético, que sabía muy bien lo que había en juego, fue a por todas desde que Anthony Taylor hizo sonar el silbato. Mucho ritmo, mucha intensidad y un protagonismo con balón que no tardó en encontrar premio en las botas de Giuliano. Un disparo cruzado a los cuatro minutos para estrenarse como goleador en Champions y acercar a su equipo al ansiado top-8.
El gol del argentino solo fue el inicio del festín colchonero. Sobre el césped se notaba mucho que solo había un equipo con una motivación real. El Atlético tenía metida la sexta marcha, mientras que los austriacos se manejaban en segunda. Y esas diferencias tan notorias no tardaron en convertirse en un nuevo gol, también rojiblanco.
De Paul alzó la vista, vio el desmarque de Giuliano y la conexión argentina funcionó. El pequeño de los Simeone atacó el espacio, regateó con una picadita a Schlager y centró un balón que Griezmann solo tuvo que empujar a puerta vacía. El segundo, el de la tranquilidad, que premiaba la puesta en escena del club madrileño y alejaba al Salzburgo de una posible sorpresa.
Tras la batalla, tregua. Con los deberes prácticamente hechos, el Atlético bajó las revoluciones y se dio un respiro. Sirvió para que el Salzburgo se creciera un poco, sin causar peligro, pero nada más. Porque en el descuento de la primera mitad llegó la sentencia, con un Griezmann que firmó el doblete tras un gran contragolpe. Un broche de oro para una primera parte que, salvo sorpresa, certificaba la presencia de los rojiblancos en octavos de final.
El Atlético había hecho su trabajo en la primera mitad y lo que restaba de partido era un mero trámite. Solo la ilusión del Salzburgo podía agitar un partido en el que los dos entrenadores ya estaban a otras cosas. El de los locales, dando oportunidades a jugadores menos habituales. Y Simeone, dando descanso a sus titulares y rodaje a los del banquillo.
Parecía difícil que el partido pudiese cambiar, así que no tenía sentido seguir forzando la maquinaria. Aunque eso no significaba que el festín goleador hubiese terminado. Las transiciones de los colchoneros eran sinónimo de peligro y por esa vía llegó el cuarto. Llorente, con la ayuda de las manos blandas de Schlager, se sumaba a la fiesta rojiblanca.
Era una noche redonda para el Atleti. Enchufados desde el comienzo, sin conceder oportunidades y evitando sustos innecesarios. El trabajo perfecto de un equipo que había viajado hasta Austria para culminar su remontada en la fase de grupos de la Champions. Benfica y Lille ya quedan muy atrás en el historial colchonero.
Porque Salzburgo era la confirmación de que este equipo, como dice Simeone, quiere estar en la final de Múnich. Para eso queda mucho, está claro, pero el primer paso está dado. A octavos de manera directa, por la vía rápida y dentro de ese top-8 en el que no está cualquier equipo. Y ahora, a pensar en el Mallorca. Para la Champions ya habrá tiempo en marzo.
Salzburgo: Schlager; Dedic, Baidoo, Blank, Terzic (Morgalla, min. 84); Moussa Yeo (Ratkov, min. 66), Capaldo (Bajcetic, min. 84), Diambou (Kawamura, min. 58), Gluh; Dorgeles (Clark, min. 58) y Daghim.
Atlético de Madrid: Oblak; Llorente, Le Normand, Lenglet, Azpilicueta; Giuliano (Molina, min. 58), Koke, De Paul (Gallagher, min. 66), Lino (Lemar, min. 80); Griezmann (Riquelme, min. 66) y Julián Álvarez (Sorloth, min. 58).
Goleadores: 0-1 Giuliano (min. 4); 0-2 Griezmann (min. 12); 0-3 Griezmann (min. 46); 0-4 Llorente (min. 63); 1-4 Daghim (min. 90)
Amonestados: Capaldo, Blank (Salzburgo); De Paul (Atlético de Madrid)
Árbitro: Anthony Taylor / VAR: Salisbury
Estadio: Red Bull Arena