River Plate decepciona y vuelve en fase de grupos | OneFootball

River Plate no pudo vencer a Inter y se despidió del Mundial de Clubes en fase de grupos

Fin de este histórico Mundial de Clubes para un histórico como River Plate. Inter y Monterrey pasan a octavos. El equipo argentino, que llegó primero a la última fecha, cae 2-0 vs Inter y el 4-0 de Monterrey propinado al Urawa Reds lo condenó. Final súper amargo en la cancha y de un orgullo gigante en las tribunas de Seattle.

Se sabía de antemano que el partido ante Inter era «el perdible» del grupo para todos los equipos. Aunque viendo el empate ante Monterrey, la ajustada victoria contra Urawa, sumado a la deplorable actuación en final de Champions, parecía que no era tan lejana la brecha.

Con las tribunas de Seattle explotadas de hinchas ‘millonarios’. Con un mediocampo alternativo. River Plate llegó sin su contención Enzo Pérez, que si bien viene en bajada de nivel es el titular indiscutido. Perdió su generador de juego Castaño tras ser expulsado y también a Galoppo, quien había participado de los dos primeros encuentros y al igual que Pérez se perdió el partido por amarillas. Ni hablar de la lesión de Driussi, que condenó a River ya que Borja, reprobado por la hinchada y de muy mal nivel en el River de Gallardo, era el único delantero a disposición.

El encuentro fue sorpresivo, ya que River salió a jugarle de igual a igual a Inter y, por lo menos en el primer tiempo, lo hizo muy bien. Presión individual, marcas individuales, tapaba la salida. El plan de Gallardo fue imitar el planteo de Luis Enrique en la final de Champions. ¿Le sirvió? Puede decirse que sí, porque el Inter jugó incomodo. Pero tuvo un solo acercamiento al arco, por lo que no atacó mucho.

En el segundo tiempo intentó hacer lo mismo, pero el físico lo condenó. Se empezó a partir el mediocampo, a notar la diferencia del equipo italiano. Colidio tuvo un cabezazo que no logra esquinar y tapa Sommer, y fue la única de River Plate. Inter tuvo un palo de Lautaro Martínez, un atajadón de Armani al delantero argentino también. Y cuando más necesitaba River aguantar, Lucas Martinez Quarta, de muy mal semestre, controló mal de un lateral y cuando Mkhitaryan lo robó, lo bajó siendo último hombre y recibió la roja.

La tarjeta roja a Martínez Quarta (Buda Mendes/Getty Images)

Sin más que agregar, River sufrió el resto de 25 minutos y el gol de Esposito no tardó en llegar. Inter controló fácil el partido, Gallardo se equivocó con los cambios, el equipo no rindió en el segundo tiempo, y en el final Bastoni marcó el 2-0 justo para el nerazzurri. Tras una gresca entre los jugadores, Montiel fue expulsado, River terminó con nueve efectivos en cancha.

Una decepción más del plantel, cuerpo técnico y dirigencia. River Plate sufre una enfermedad que se llama nostalgia, sigue teniendo jugadores del 2018, y no ha realizado un recambio bueno. El 11 titular de River quizás carece de la falta de dos jugadores claves, pero el banco de River es lamentable, ese es el enojo del hincha que viajó más de 4000 km a la sede más lejana del Mundial. Que vio a su equipo puntero de fase de grupos, y a los noventa minutos eliminado en la misma.

Está claro que River queda afuera por el empate a cero contra Monterrey, por no poder capitalizar el dominio y transformarlo en gol. Está claro que River lo pierde al no reforzarse para la competencia. Está claro que River lo pierde en Febrero ante un mercado de pases, alto en cifras, muy bajo en calidad de juego.

River, a priori, es la gran decepción del Mundial de Clubes. Porque el Atlético de Madrid sufrió de un grupo difícil. River llegó con su historia, con 4 campeones del mundo, con el DT más ganador de la historia del club, con la plantilla más cara del futbol argentino, con la nueva joya mundial comprada por el Real Madrid y que no apareció en ninguno de los tres partidos a dar la cara por el equipo, y en un grupo que debía ganarle a dos equipos de ligas menores y medirse contra el grande europeo. Queda la sensación de un equipo que pedía hasta cuartos de final. River volvió a decepcionar a su gente.

Imagen de Buda Mendes/Getty Images