¿Qué es de la vida de Matías Palacios, la joya que brilló en San Lorenzo? | OneFootball

Matías Palacios. Un nombre que para el hincha de San Lorenzo trae recuerdos de potrero, gambeta y la ilusión de ver a un pibe de inferiores romperla en Primera. Aquel enganche que fue considerado una de las grandes promesas del fútbol argentino sigue su carrera en tierras lejanas, ya con 23 años, aunque su nombre todavía resuena en Boedo —y no solo por su fútbol.

Nacido en General Pico, La Pampa, Matías Damián Palacios llegó a la pensión de San Lorenzo a los 13 años, acompañado por su hermano Julián. Él mismo recuerda que fue una etapa difícil: lloraba seguido por extrañar a su familia. Pero ese esfuerzo rindió frutos. En San Lorenzo, subió desde las divisiones inferiores, donde pasó directamente de Séptima a Reserva, hasta debutar en Primera.

Un talento precoz

Su calidad no tardó en llamar la atención: fue campeón con las selecciones juveniles argentinas en el Sudamericano Sub-15 (2017), L’Alcúdia (2018) y el Sudamericano Sub-17 (2019). Fue dirigido por entrenadores clave como Martín Di Diego en San Lorenzo —quien lo ubicaba de enganche— y Pablo Aimar en la Selección, a quien Palacios admiraba profundamente.

Inspirado por Andrés Iniesta, Palacios rompió un récord en Boedo: con apenas 16 años, cuatro meses y diez días, se convirtió en el jugador más joven en debutar en Primera División, el 22 de septiembre de 2018 en un triunfo 3-2 frente a Patronato.

Sin embargo, nunca logró la continuidad esperada. Sus apariciones fueron esporádicas, pese a que algunos hinchas sostienen que cuando entró, no lo hizo mal. La falta de confianza de los técnicos que pasaron en ese período dejó la sensación de una oportunidad desaprovechada.

De Boedo a Asia, con escala europea

En febrero de 2021, Palacios fue transferido al FC Basel de Suiza, en una operación cercana a los 5 millones de dólares por el 50 por ciento del pase. Estuvo allí un año y medio, sin demasiado rodaje.

En julio de 2022, firmó con el Al-Ain FC de los Emiratos Árabes Unidos, donde actualmente es una de las figuras del equipo. En mayo de 2024, renovó contrato hasta junio de 2029, confirmando que encontró su lugar en el mundo futbolístico.

El propio Palacios aseguró que unirse al Al-Ain fue un “punto de inflexión” en su carrera, y agradeció el respaldo del plantel y del cuerpo técnico. Aunque Hernán Crespo ya no es más el DT, el club lo sigue considerando un jugador clave para el futuro, respaldado incluso por el presidente de la institución, el jeque Sultan Bin Hamdan Bin Zayed Al Nahyan.

Durante la temporada 2023/24, Al-Ain se consagró campeón de la Champions League de Asia, y en la edición 2024/25, Palacios ya marcó un gol en la fase de grupos.

Aunque hace tiempo que no juega en el club, su nombre volvió a los titulares de San Lorenzo en el último tiempo. Y no fue por su rendimiento, sino por una victoria legal clave para el club.

El Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) falló a favor de San Lorenzo en el conflicto con el Basel, por una deuda impaga de la transferencia de Palacios en 2021. Además, San Lorenzo también ganó una demanda contra el propio jugador, quien no había abonado el 15% del pase que le correspondía según lo establecido por Agremiados. La Justicia desestimó la contrademanda de Palacios y ordenó el pago correspondiente.

¿Y la Selección?

Por edad y calidad, Palacios no está descartado del radar argentino. Si sostiene su rendimiento en una liga menos competitiva pero cada vez más profesionalizada como la de Emiratos, y continúa destacándose en torneos internacionales, no sería descabellado pensar en una futura convocatoria.

De joya azulgrana a figura asiática

Matías Palacios pasó de promesa juvenil a consolidarse en un club de peso en Asia. Aunque brilla lejos de Boedo, su historia con San Lorenzo todavía no se cerró del todo. Mientras pelea por la gloria en Medio Oriente, su nombre sigue apareciendo en los escritorios del club que lo formó, esta vez como parte de una serie de fallos judiciales que traen aire a las alicaídas arcas del Ciclón.

Porque las joyas del club, a veces, también ayudan desde el silencio.