Agente Libre Digital
·22 de novembro de 2024
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Viernes 22 de noviembre, anochece en la bien cercada, un reducto de valientes aficionados se concentran en el Ruta de la Plata para alentar a su equipo. En las gradas, más mantas que bufandas, son el fiel reflejo de que el frío ya ha hecho su aparición en Zamora. Los rojiblancos, dominadores desde el pitido inicial superaron en todos los tramos del encuentro a los gallegos y, aunque de manera anecdótica, dormirán en play off.
Fermín 8,5: Demostrando que aquello de que «el portero es el primer atacante» no es un simple tópico. Permanentemente conectado al partido pese a que en ciertos tramos la pelota se mantuviese alejada de sus dominios. Tan valiente bajo palos como a 15 metros de su propia área.
Sergio Nieto 7,5: Muy sobrio en tareas defensivas, prodigándose en ataque menos de lo que le gus
Clavería: Tardó en conectarse al encuentro, errático en los primeros compases. Fue entrando en calor hasta el punto den anotar el primer tanto del encuentro en una acción de completo killer de área.
Adrián Bolo (7): Expeditivo, cumpliendo con creces la siempre difícil tarea de cubrir a un atacante muy móvil cuya principal tarea era sacar de sitio al joven central.
Pito Camacho (6,5): El primer en remangarse el traje y aportar en tareas defensivas. No tuvo demasiado peso en los ataques rojiblancos, pero supo adaptarse a su rol.
Carlos Ramos (7,5): De sus botas nace, como tantas otras veces, la jugada ensayada que abrió la lata. Invirtió la mayoría de los minutos en realizar una labor tan fea, como necesaria, la de tapar huecos y juntar las filas.
Kike Marquez (9): La sangre que corre por sus venas está congelada. El juego no tiene secretos para él, sabe cuando ralentizarlo y cuando imprimirle una marcha más. Seguramente Juan Román Riquelme pensó en él cuando dijo aquello de «correr corre cualquiera, jugar al fútbol es más complicado».
Rufino (8): Abandonado a su suerte por momentos, sus mejores acciones vinieron con la aparición de Kike como socio al entrar en su zona de influencia. Supo aprovechar su oportunidad anotando casi a placer.
Carlos Gutiérrez (8): Líder de la defensa, ordenando constantemente a sus compañeros. Repeliendo la inmensa mayoría de centros laterales que enviaban los visitantes.
Guille Macho (8,5): Siempre que recibe la pelota en tres cuartos de campo pasan cosas, a la media hora de encuentro llevó esto a otro nivel inventándose una genialidad para ampliar distancias.
Julen Castañeda (6): Condicionado desde el minuto 3´ de partido tras cargarse con una amarilla evitable en una acción sin peligro en la que entra a destiempo. Menos profundo de lo habitual.
Aleix Gorjón (7): Saltó con media hora aún por delante y con la difícil tarea de que su presencia no supusiese una alteración del hasta ahora buen juego del equipo. Cumplió su cometido y mantuvo el cerrojo por banda que ya había instaurado su predecesor.
Mancebo (5,5): No tuvo la oportunidad de desequilibrar el juego como nos tiene habituados. Echó por tierra un dos para uno que hubiera significado la sentencia.
Joel Priego (6): Saltó al verde en un contexto desfavorable para él con la intención de recuperar sensaciones y volver a ir cargándose de minutos. Tuvo tiempo para dejar algunos destellos de su calidad.
Luis Rivas (6): Su influencia en el juego fue mínima, comandó un gran contraataque que no terminó en buen puerto.
Final entre Zamora Lugo. Fuente: X del Zamora