SportsEye
·17 de maio de 2025
Orgullo, alivio y un robo insólito sacuden a Talleres...

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·17 de maio de 2025
El reciente triunfo de Talleres de Córdoba frente a Alianza Lima dejó sensaciones opuestas en el Kempes, entre la satisfacción deportiva y las inevitables miradas al futuro del club. El 2-0 conseguido renovó la esperanza de alcanzar, al menos, un lugar en la Copa Sudamericana, luego de una fase de grupos donde la regularidad fue esquiva al conjunto dirigido por Mariano Levisman.
Uno de los protagonistas inesperados fue Augusto Schott, quien llevó la cinta de capitán ante la ausencia por lesión de Guido Herrera y la suplencia de Nahuel Bustos. Para el defensor surgido en el club, la responsabilidad fue doble: “Sentí mucha responsabilidad porque no me parece algo menor. Y también mucho orgullo porque fue una decisión que tomaron entre Guido y Nahuel. Lo pude hacer en el club de mis amores”, expresó Schott, que llegó a los 109 partidos como profesional, muchos de ellos en contextos internacionales. El lateral también compartió cuál fue su mensaje previo al equipo: recordar la actitud mostrada en el segundo tiempo en Perú, y la necesidad de jugar el partido con el orgullo herido, pero en casa y ante su gente.
En lo futbolístico, Schott subrayó que el equipo no cambió sustancialmente en juego, pero sí se vio favorecido por destrabar el marcador temprano, lo que les permitió afrontar el resto del encuentro con más tranquilidad y confianza. “Sabíamos que en varios partidos nos costó abrir el arco, y con los minutos eso genera apuro y ansiedad. Esta vez conseguimos los goles en el primer tiempo, eso nos dio tranquilidad”, afirmó, reconociendo también la deuda de un semestre discreto y la importancia de no desperdiciar nuevas oportunidades.
En ese renacer colectivo, Rubén Botta fue otro de los que se erigió como figura, con un gol y una asistencia, brindando uno de sus mejores partidos con la camiseta de Talleres de Córdoba. Botta aprovechó el contexto para aclarar su deseo de permanencia: “Estoy bien, estoy contento en Talleres de Córdoba, sería muy lindo quedarme para poder revertir este momento. Me encantaría seguir. Tenemos un gran grupo y la gente siempre nos apoya aunque las cosas no salgan”.
El mediocampista sanjuanino fue autocrítico sobre la campaña, mencionando el desgaste por la seguidilla de partidos, pero celebró la confianza recuperada tras la victoria: “Se demostró que si nosotros estamos bien, le podemos ganar a cualquiera. Esto le da mucha confianza al grupo. Ahora no hay que mirar para atrás”.
La noche, sin embargo, también tuvo un episodio desafortunado: Juan Carlos Portillo, defensor del equipo, sufrió el robo de su celular cuando firmaba autógrafos a la salida del estadio. El jugador pidió a sus contactos desestimar cualquier mensaje de sus redes sociales para evitar fraudes o engaños.
La victoria ante Alianza Lima representa un alivio y un punto de partida para Talleres de Córdoba, que ya piensa en el futuro del plantel, la consolidación de juveniles y un semestre en el cual la clasificación internacional es el objetivo primordial.
Source: LaVoz, Club Talleres