Opinión| Querido Benito Villamarín | OneFootball

No cabe duda de que está siendo una temporada histórica para el Real Betis. Con el billete a Europa en el bolsillo y a pocos días de disputar la final de la Conference ante el Chelsea, no cabe duda de que el barrio de la alegría es Heliópolis por derecho. Pero mientras el bético celebra, hay un compañero que nos dice adiós. Al menos, tal y como lo conocemos.

El Valencia será el último rival al que el Benito Villamarín le abrirá sus puertas. Tras ello, comenzarán las obras que darán un impulso estético y funcional al estadio del Real Betis. Toca mudanza. La Cartuja acogerá como propias las 13 barras las próximas dos campañas. Un campo que transmite grandes y recientes recuerdos al bético, que desea revivir próximamente en Wroclaw.

Ahora me dirijo a ti. Querido Benito Villamarín. Fuiste mi primera experiencia en un campo de fútbol. Gracias a ti, el fútbol me huele a césped, a bocadillo de mi madre en el descanso, a días de lluvia o viento pero también del calor sevillano. Me has visto reír, llorar, celebrar, sufrir… tanto a mi como a cientos de miles de aficionados al fútbol que han tenido la fortuna de sentarse en una de tus más de sesenta mil butacas. Infinitas generaciones de béticos que has visto crecer y de cuyas vidas formas partes. Porque no hay nada más bonito que esos domingos al sol.

Por tu césped han desfilado todo tipo de jugadores. Por tus banquillos han pasado cientos de entrenadores. Tus pasillos han visto infinitud de trajes y corbatas. Pero quien mejor que lo que no cambia, los que seguimos presentes, para seguir cuidando de ti. Porque tu nombre, tu aforo o tu aspecto ha podido cambiar, pero sigues siendo ese estadio en el que el visitante se siente más visitante que nunca… y el Betis más Betis que nunca. El Villamarín ruge cuando el beticismo canta. Y eso lo sabe España entera.

Esta temporada hasta los más grandes se arrodillaron ante ti. FC Barcelona, Real Madrid, Atlético de Madrid, Athletic Club o Fiorentina han sucumbido el año de tu despedida (momentánea). También El Gran Derbi se ha vestido de verdiblanco por ti 7 años después. Noches históricas, récords de aforo y goleadas en el año de tu despedida. No sé qué clase de mística tienes, pero que no nos falte nunca.

Nos toca decirte adiós. Más bien, hasta luego. Un millón de historias que contar, nunca mejor dicho, de un templo único en el fútbol español que muda su piel. Cuando volvamos a encontrarnos no serás el mismo, pero en el fondo mantendrás la esencia. La esencia de tu Betis. Nos vemos pronto, viejo amigo.