Informa Betis
·11 de novembro de 2024
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·11 de novembro de 2024
Como todos los años, tras la jornada 13 toca hacer un pequeño análisis de la trayectoria del Real Betis Balompié en las tres competiciones en las que está inmerso, Liga, Copa y Conference. Vamos a ello:
Yendo de menos a partidos a más, empezaremos con la Copa del Rey en la que sólo se ha disputado un encuentro ante un equipo de Primera División Extremeña, el modesto Gévora, que no fue rival ante un equipo verdiblanco que salió con la actitud adecuada y la seriedad necesaria para finiquitar la eliminatoria desde bien temprano y con un resultado final de 1-6 en el que hubo tiempo para ver la evolución de canteranos como Jesús o Mateo. Como el rival era poco competitivo, la nota no puede pasar del bien, más por la demostración de profesionalidad que por el valor intrínseco de la victoria.
La competición que más sinsabores está deparando al club y la afición del Betis es, sin duda, la Conference League. Por un lado, unas absurdas expectativas (no por la ilusión en hacer algo importante, algo lícito y necesario, sino por lo desmesurado) que colocan al Betis de forma inmerecida como uno de los favoritos para ganar la competición, cuando nunca hemos pasado de cuartos de final en competición europea; y por otro lado, la falta de buen juego en los tres partidos disputados en esta competición, en la que se perdió en casa del Legia de Varsovia, se empató contra el Copenhague, y se venció al NK Celje con más fatiguitas de la cuenta. Estos dos últimos partidos, además, en el Villamarín.
En esta competición se clasifican los 24 primeros de la fase de liga, pero el objetivo claro es quedar entre los ocho primeros clasificados para así poder evitar una eliminatoria extra. En la actualidad el Betis se encuentra el 18, a 2 del octavo y solo 1 por encima del 25. No se puede negar que el objetivo aún es viable, pero sería hacer trampas al solitario ocultar que se esperaba más a estas alturas, tanto clasificatoriamente como en lo que se refiere al juego del equipo, al que se le achaca cierta complacencia, por no decir pasotismo. Es cierto que se jugó muy mal en Varsovia, pero no lo es menos que ambos partidos del Villamarín debieron acabar en victoria, pues aunque el juego no fuera bueno, se realizaron méritos de sobra para sumar los seis de seis, y no solo cuatro. Este juego ramplón, sumado a aquellas declaraciones del míster (en mi opinión, erróneas, pero también interpretadas de forma tendenciosa en su contra) diciendo que se prestará la atención necesaria a la competición cuando se esté en octavos o cuartos, ha generado una corriente de opinión contraria al club, al entrenador y a los jugadores, poniendo siempre como explicación que al equipo, por lo que sea, y aunque se diga mil veces en todos los estamentos que se va a luchar por el título, le sobra la Conference League. En cualquier caso, teniendo en cuenta todo, la nota que creo que es justa a estas alturas es un suficiente alto.
Y pasamos a la madre del cordero, la competición que da de comer, manque a los perioflautas de turno les haya dado por intentar cambiar lo que ha sido siempre una verdad irrefutable, haciendo ver que no hay nada mejor que lo que ocurre fuera de La Liga, queriendo convencernos de que lo que hay que priorizar son las competiciones menores.
Veamos, en liga se han jugado 13 encuentros, con un balance de cinco victorias, los mismos empates, y solo tres derrotas. Se ganó al siempre correoso Getafe, Leganés, Español, Osasuna en su campo donde aún no había ganado nadie, y Atleti de Madrid en Villamarín, algo que Pellegrini aún no había logrado. Se empató contra Girona, Alavés en Mendizorroza, Las Palmas en la isla, Athletic en San Mamés y contra el Celta en Villamarín. Las derrotas fueron en el Bernabeu ante el Madrid, en el Pizjuán contra el Sevilla (ambas merecidas) y en casa contra un Mallorca que sacó más rédito de lo ameritado. En total 20 puntos que sitúan al Betis en séptimo lugar, puesto usualmente de Conference a final de campeonato, con dos puntos sobre el octavo, la Real, empatados con el sexto, el Athletic de Bilbao; a un pundo del quinto, el sorprendente Osasuna, y a cuatro de Champions, puesto que ocupa el Villareal, eso sí, con un partido menos.
Analizando los rivales, los de la Palmera han jugado en trece jornadas con seis equipos que ahora mismo están entre los diez primeros, más el Celta, actualmente el 11, que este articulista apuesta porque va a estar ahí en la pelea a buen seguro, y el siempre complicado derbi.
Como vemos, el Real Betis se mantiene en la pelea que debe mantenerse, la de los puestos europeos, y lo hace en un año complicado por las lesiones de sus jugadores más talentosos, sobre todo Isco y William Carvalho, pero también hemos tenido fuera a Gio casi un mes, lo que ha mermado la capacidad creativa del equipo. Esta circunstancia ha provocado que, por primera vez en las cinco temporadas que lleva aquí Manuel Pellegrini, hayamos visto un cambio de sistema y una modificación en la forma de juego que, si bien ya se intentó el año pasado, es este cuando se ha hecho más evidente. Ya el 4231 no es innegociable, al faltar ese faro en la media punta, se ha optado por un 442 con presión muy alta y bandas incisivas, pero también hemos visto momentos con 433 y, contra el Celta, un claro 4141. El juego es menos de control y más de correr, lo que a veces ha convertido los partidos en un correcalles en el que, al final del partido, casi siempre, el Betis ha hecho más méritos que el rival para llevarse los tres puntos. Y esto es algo que valoro muy positivamente. Poniéndolo todo en la balanza, creo que la nota justa para el primer tercio de campeonato disputado, es un notable bajo.
La nota final de la evaluación valorando la Copa con un 6, la Conference con un 5’5, y la liga como un 7, me da, con factor de redondeo siempre al alza, un 6´5. Un bien alto.
Esperemos que la nota suba en el tramo que va desde la jornada 14 a la 25. Lo hablaremos en su momento.
Foto vía: Real Betis Balompié @RealBetis