Levante, riqueza deportiva y pobreza institucional | OneFootball

El Levante UD es, a día de hoy, un club de enormes contrastes. Por un lado, el aspecto deportivo. Con un entrenador que no para de crecer y demostrar su enorme valía. Y con unos jugadores entregados a la idea de su técnico. La plantilla cree en el proceso. Y el proceso está siendo enriquecedor. Con ciertas carencias -como la ausencia de un delantero goleador-, pero con la competitividad por las nubes. Julián Calero siempre -o casi siempre- lo consigue.

El liderazgo de Carlos Álvarez, diferencial

Sin una figura goleadora destacada, la fuerza del conjunto es la que mantiene al Levante en la pomada. Eso sí, tiene en la figura de Carlos Álvarez al auténtico líder futbolístico del grupo. Si el joven atacante está inspirado, los granotas sonríen. Si no está a su máximo nivel, como mínimo compiten. Algo que, sin lugar a duda, es oro en una competición como la Hypermotion.

Porque arriba, tiene diferentes perfiles, todos ellos complementarios entre sí. Sin el gol como principal virtud de ninguno de ellos, aunque presente en todos los casos. Brugué, Morales, Iván Romero, Forés o Espí. Futbolistas de movilidad, asociación, desmarque y juego al espacio. Piezas valiosas para el puzle de Calero. Este Levante no llama la atención de nadie, pero compite a la altura de los mejores.

El Levante, entre dolorosos ajustes económicos

En el polo opuesto, la pobreza institucional de un club que vive sumido en los recortes. La pasada semana se conocía la salida del club del hasta ahora director deportivo, Felipe Miñambres. También la del segundo entrenador de Julián Calero. Y alguna salida más entre los trabajadores del club. Ahora, también se da a conocer el despido de empleados del departamento de comunicación, mantenimiento y otras áreas.

Los ajustes son constantes y no es de agrado de nadie ver a empleados de muchos años desfilar lejos del club. Ni tan siquiera la salida de Andrés García en el mercado invernal, cifrada en 7 millones de euros, ha logrado frenar esta desagradable situación. Esa que un ascenso lograría estabilizar. Esa que este grupo de futbolistas desea frenar.