Las Peñas internacionales del Real Madrid: Embajadas buscando su Ministerio | OneFootball

En un mundo donde los modernos rapsodas participan en diversas tertulias, y como en los antiguos simposios recitan las hazañas de otros tiempos y discuten sin cesar sobre el presente y el futuro del club, existe un puñado de emisarios que declaman los cantos de la patria merengue en tierras lejanas. Son las peñas internacionales del Real Madrid, heroínas silentes que, como embajadas, ondean la bandera blanca donde las manos del club no alcanzan. En este portal llevo ya publicados varios reportajes sobre varias de ellas.

Han caminado sobre el gélido asfalto de Moscú, han bailado bajo el sol abrasador de Riad y han gritado goles con la emoción de un niño en su primer partido en terrazas de Shanghái. Sin embargo, su mayor hazaña no es solo la lealtad inmensa hacia el equipo de sus amores, sino la titánica lucha para mantener viva la llama madridista, casi siempre solo con su voluntad y bolsillo.

A lo largo de la vasta red de estas peñas, hemos escuchado historias que inspiran tanto como entristecen. Desde Londres hasta Valletta, pasando por Bombay y Nueva York, estas pequeñas islas de madridismo enfrentan el desafío de la distancia no solo geográfica sino institucional. Porque, aunque el eco del Bernabéu resuena en cada uno de sus rincones, y el incansable esfuerzo del personal y mandos intermedios del club lucha con los medios actuales por dar reconocimiento a sus peñas internacionales, se hace evidente la necesidad de un cambio en la visión estratégica. Es momento de que el Real Madrid, como institución, se proyecte como la vanguardia del fútbol mundial en su compromiso con sus peñistas internacionales, tal como ha sido en otros tiempos y otros ámbitos.

Imaginemos al Real Madrid como un Imperio, cuyas peñas internacionales son valientes colonias que extienden su influencia más allá de sus fronteras. Sin embargo, y siguiendo el símil griego, incluso los hoplitas más aguerridos necesitaban la guía y el apoyo de sus polis. Gracias a esta colaboración, los ecos de la cultura griega han llegado hasta lo más profundo de nuestra cultura actual. Es momento de que el club abrace a sus fervientes seguidores alrededor del mundo con la misma fuerza con la que estos abrazan con orgullo su escudo.

Las preguntas que surgen son claras: ¿Será momento de que el Madrid dé el siguiente paso y gestione estas peñas como un ministerio de exteriores coordina sus embajadas? ¿Debería el club tejer desde Madrid un mayor entramado de apoyo y visibilidad que reconozca la valía de estos apasionados embajadores blancos? Un reto seguro al alcance del nivel del Real Madrid, que puede servir como guía para otros clubes en el mundo.

El club, en tanto gigante del fútbol mundial, puede encontrar en estas peñas no solo una oportunidad para ampliar su influencia, sino también un recurso invaluable de ingresos y proyección. Las peñas no son solo grupos que animan partidos desde miles de kilómetros, no son números… Son tan Real Madrid como lo es Valdebebas.

Así, la pelota está en el tejado del club. Como una jugada maestra de Modric en tiempo de descuento, el camino está abierto para que el Real Madrid abrace y coordine estas peñas prolongando el himno merengue a cada rincón del planeta. Porque al final, como decía, todos somos Real Madrid, y todo responsable de una peña internacional debe sentir siempre la cercanía, la guía y el apoyo de su querido club.

Fotografías Javier Ruiz