Lamine Yamal no tiene nada claro si quiere llevar el '10' del FC Barcelona la próxima temporada | OneFootball

La salida de Leo Messi del FC Barcelona dejó el legado del número '10' en manos de Ansu Fati. El argentino, de la misma forma que Ronaldinho le entregó su dorsal en el verano de 2008, cedía el legendario número al hispano-bisauguineano, a quien las lesiones impidieron su consagración como la nueva estrella culé. El futbolista abandonó la Ciudad Condal en el anterior mercado estival para poner rumbo a Brighton en calidad de cedido, por lo que el dorsal quedó sin uso durante la pasada temporada.

Por esa razón, y a pesar de que el jugador disputó la campaña 2023/24 en la Premier League, Ansu sigue siendo el '10' azulgrana. El atacante buscará su redención y hará la pretemporada bajo las órdenes de Hansi Flick para luego viajar a Estados Unidos con la expedición culé, donde buscará convencer al entrenador alemán. Sin embargo, existen dudas sobre si el extremo de 21 años debe seguir portando un dorsal de tanto peso.

Y es que la presencia de Lamine Yamal, por talento, jerarquía y futuro, invita a creer que es el hispano-marroquí quien debe vestir el '10' en su camiseta. Según 'Relevo', en los pasillos de Can Barça crece la posibilidad de que se le ofrezca el número para dejar de lado el '27' que lució el pasado curso. El zurdo ya portó el '10' en las categorías inferiores, pero es consciente del significado que tiene en el primer equipo y por ello tiene serias dudas al respecto.

De igual forma, dependerá del futuro de Ansu Fati que Lamine termine heredando el '10'. La temporada 23/24 fue la primera en 27 años en la que el '10' quedaba sin uso. Desde 1995, lo han vestido Ángel Cuéllar, Gheorge Hagi, Giovanni Silva, Jari Litmanen, Rivaldo, Riquelme, Ronaldinho, Messi y Ansu. Antes también lo habían vestido Maradona o Romario.

Lamine no tiene prisas

En el FC Barcelona, el '10' no es solo un número. Representa liderazgo, talento y sobre todo ilusión, elemento que urge cada vez más en el barcelonismo. Lamine, de alguna forma, no lo necesita, pero de está claro que sería un impulso a su imagen dentro y fuera del vestuario. Yamal no tiene prisas, pese a que se ha caracterizado por quemar etapas a la velocidad de la luz. Es consciente de que tarde o temprano llegará, pero no tiene nada claro si ya es el momento de asumir la responsabilidad del '10'.