La pesadilla del Callejismo sobre el Ciutat | OneFootball

Del mejor de los domingos al partido más desesperante. El reencuentro de Javier Calleja con el levantinismo brindó otra oda al antifútbol. Sin apenas ocasiones reseñables y un juego muy espeso, Levante UD y Real Oviedo firmaron un empate con sabor a poco.

- Levante UD y Real Oviedo empatan sin goles en el Ciutat de Valencia (@A. Benetó | LUD) -

Los más de 15.000 fieles que llegaban hoy al templo granota lo hacían con intención de disfrutar, pero sabiendo de la dificultad que conllevaría repetir con una victoria. Tras el pitido final, las caras eran largas tras haber resistido a un soporífero espectáculo como los presenciados durante un curso y medio. Todo ello, sin olvidar el pasado de su antiguo técnico Javi Calleja, que recibió una sonora y multitudinaria pitada.

Del Levante apenas hubo 20 minutos de buen fútbol. Las arrancadas por la derecha de Andrés García, el ímpetu y algunos destellos de Kocho, un Brugui con ganas de reivindicarse una vez más y un Morales que no pudo materializar en una de las escasas aproximaciones. Mientras tanto, marcaje intenso sobre Carlos Álvarez, que no pudo demostrar su talento.

Por su parte, el Real Oviedo iba despacito y con buena letra. Poco a poco iba ganando el terreno a los locales. Una magnífica estirada de Andrés Fernández desbarató uno de los escasos tiros a puerta, obra de Sebas Moyano.

El segundo tiempo sembró aún más la desesperación en Orriols. Bloqueo de todos y cada uno de los atacantes, menos profundidad por los costados a pagar por la lesión de Pampín y un calor asfixiante que no favorecía el derroche de fuerzas. Los carbayones forzaban numerosos saques de esquinas, aunque sin obligar a esforzarse al meta levantinista, característico en las pautas de su entrenador.

A última hora, el movimiento de fichas de Julián Calero no favoreció, más bien al contrario. La reaparición de Fabrício Santos y las precipitaciones de Sergio Lozano colmaron la paciencia definitivamente. El estilo e intenciones de Javi Calleja terminaron imponiéndose, donde la pesadilla se posó sobre el Ciutat.