El Tabloide Inglés
·10 de outubro de 2024
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El delantero del Manchester City, Erling Haaland, recordó recientemente un tenso episodio con el defensor del Arsenal, Gabriel Magalhães, durante el último enfrentamiento entre sus equipos. El incidente, que ocurrió tras el agónico empate de los Citizens, dejó una huella en la memoria de los aficionados y fue objeto de reflexión por parte del noruego.
El fútbol, con su intensidad y pasión, no es ajeno a los momentos de alta tensión entre jugadores. Tal fue el caso en el reciente duelo entre el Arsenal y el Manchester City, donde un tenso choque entre el delantero estrella del City, Erling Haaland, y el defensor brasileño Gabriel Magalhães llamó la atención de propios y extraños. Aunque el partido terminó en un empate, lo que ocurrió sobre el césped sigue siendo tema de conversación.
Todo comenzó cuando John Stones, en el último suspiro del encuentro, anotó el gol que sellaría el empate para los dirigidos por Pep Guardiola. Acto seguido, Haaland, visiblemente emocionado, recogió el balón de la portería del Arsenal. Sin embargo, lo que podría haber sido un gesto típico en el cierre de un partido decisivo, tomó un giro inesperado cuando el delantero noruego lanzó el esférico en dirección a Gabriel, impactándolo en la cabeza.
Este incidente no pasó desapercibido por los medios ni por los hinchas, quienes rápidamente debatieron sobre la acción del delantero y la reacción del defensor brasileño. No obstante, en declaraciones recientes durante una rueda de prensa con la selección de Noruega, Haaland fue cuestionado sobre este episodio y aprovechó la oportunidad para restarle importancia a lo ocurrido: «En este partido suceden cosas en el calor del momento. Lo que sucede en el campo se queda en el campo«, afirmó el atacante, en un intento por poner fin a las especulaciones.
Las palabras del noruego sugieren que, pese a la magnitud del incidente, no guarda rencor alguno hacia Gabriel, dejando en claro que para él, el fútbol es un juego de emociones intensas, pero pasajeras. Su enfoque se mantiene en lo que viene, tanto para su club como para la selección nacional, donde sigue siendo una pieza clave.
En un deporte donde la rivalidad es parte del espectáculo, episodios como este son un recordatorio de que la pasión puede desbordarse, incluso entre profesionales. Sin embargo, tal como dijo Haaland, el fútbol sigue adelante y las tensiones del terreno de juego rara vez sobreviven más allá de los 90 minutos. Ahora, queda por ver si en futuros encuentros entre el Arsenal y el Manchester City, la rivalidad entre Haaland y Gabriel volverá a encenderse o si este capítulo quedará en el olvido.
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