Fede Valverde es el heredero de la 8 | OneFootball

Con la retirada de Toni Kroos, el charrúa es el elegido para seguir el legado de ese dorsal

La semana empezaba con una noticia dramática para los madridistas y fanáticos del fútbol. Toni Kroos anunciaba que pondría punto y final a su laureada carrera tras la Eurocopa. En las horas posteriores a su comunicado las redes se inundaron de emotivas cartas de sus compañeros y demás futbolistas que lloraban la marcha del teutón. Entre todos los escritos destacaba el de Fede Valverde, que con un video de un minuto y medio repasaba todos los momentos que ha pasado con su mayor ídolo. La publicación del uruguayo acaba con un “Te quiero y una de lo que soy, es gracias a vos”. La respuesta de Kroos no deja indiferente a nadie y haría saltar alguna lágrima a los madridistas. En ella el alemán lo proclama como futuro capitán y acaba con un #8. Vinicius también comento al volante sudamericano con un “El heredero de la 8”.

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La vida después de Kroos

A Kroos le quedan dos partidos vestido de blanco, este sábado contra el Betis y la final de la Champions League el 1 de junio. Después de que Slavko Vincic (árbitro de la final) de los últimos tres pitidos, la vida del alemán en el Real Madrid habrá llegado a su fin. Desde su anuncio han sonado nombres: Enzo Fernández, Vitinha, Kimmich o Wirtz, este último con mayor fuerza. Sin embargo, el “remplazo” ya juega en el Bernabeu: Fede Valverde. El charrúa ha completado su mejor temporada aun sin sumar los números del curso anterior.

El uruguayo ha crecido mucho en facetas en las que Kroos ha sido líder los últimos 15 años y ha ganado protagonismo en la creación de juego. Ambos promedian los mismos pases claves por partido (1,3) y han generado las mismas grandes chances (9). Por su parte, Valverde toca el balón en diez ocasiones más por partido (67,9) que la temporada anterior (57), lo que ha supuesto que de diez pases más y con mayor acierto (51 pases con 91% de acierto). Incluso en pases largos, la especialidad del germano, ha mejorado, ahora da 2,5 pases en largo con un 70% de exactitud, mientras el año pasado promediaba un 1,7 con menos de un 65%. En esta estadística todavía esta lejos de su ídolo, que distribuye el balón con un 95% de precisión y da 6,8 pases largos por 90 minutos con un 85%. (Estadísticas de Sofascore)

Photo by Clive Brunskill/Getty Images

No obstante, Federico Valverde no es Toni Kroos, ni debe querer serlo. Tampoco es lo que desea el Real Madrid. Desde hace años el club no busca repetir la fórmula que ha funcionado, sino amoldarse al nuevo fútbol con los jugadores que mejor se adapten al juego moderno. Como se puede ver con el caso de Casemiro. Ni Tchouaméni ni mucho menos Camavinga son pivotes parecidos al carioca. Sin embargo, son mediocentros que en este nuevo fútbol pueden funcionar con el mismo éxito.

Sucesor del dorsal, no del jugador

Valverde y Kroos no son el mismo jugador por mucho que Federico haya crecido en muchos aspectos. Cada uno es el mejor en sus negociados. Jugadores que hayan dado esos pases de lado a lado como el alemán han existido varios: Pirlo, Xabi Alonso, Beckham… Jugadores que tengan la capacidad del primer control de Kroos no hay tantos. El ex del Bayern tiene el don de poder orientarse el esférico donde el quiere en cualquier situación. Por tanto, futbolistas que aúnan ambas características no existen y hacen del teutón un jugador único y, probablemente, irrepetible.

Por otro lado, Fede Valverde se convierte cada partido en un mejor jugador y más completo. Pero nunca pierde la esencia del futbolista que se ha hecho un hueco en el once del Real Madrid. El físico del charrúa es su mayor cualidad, la capacidad de repetir esfuerzos, de recorrer la cancha de punta a punta y de pesar en todas las fases del juego. Valverde conjuga físico, defensa, disparo, liderazgo y, al bajarlo a la base de la jugada, poco a poco destaca como un gran armador de juego. Se podría decir que Fede es el quinto defensa, cuarto centrocampista y tercer delantero para este Real Madrid. El legado de la 8 de Toni Kroos está en buenas manos.