Top Siete
·06 de dezembro de 2024
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·06 de dezembro de 2024
Aurélien Tchouameni no termina de encontrar su sitio en el Real Madrid. Tras reaparecer ante el Athletic de Bilbao después de una lesión, el francés dejó más dudas que certezas como pivote en el centro del campo. Con un rendimiento discreto en San Mamés, el debate sobre su mejor posición resurge con fuerza en el equipo de Carlo Ancelotti, especialmente de cara a los exigentes compromisos que se avecinan, como el partido ante el Girona y la visita a Bérgamo en Champions.
En su regreso como mediocentro defensivo, Tchouameni apenas logró destacar. De todos los titulares blancos, sólo Kylian Mbappé participó menos en el juego (46 intervenciones del francés, por las 44 de su compatriota). Además, en el apartado de recuperaciones, su aportación fue mínima: apenas una, la misma cifra que Mbappé. En contraste, Dani Ceballos y Fede Valverde, sus compañeros en la sala de máquinas, recuperaron nueve y siete balones, respectivamente. Con balón, su precisión fue alta (falló solo uno de sus 38 pases), pero su impacto fue escaso, logrando solo cinco envíos efectivos al último tercio del campo.
Sin embargo, los números de Tchouameni como defensa central son mucho más destacados. En los tres partidos que ha jugado esta temporada en esa posición, lidera al equipo en pases efectivos al último tercio (7,8 por partido), progresiones con balón (10,9) y bloqueos defensivos (1,2). Además, presenta estadísticas comparables o superiores a centrales consolidados como Antonio Rüdiger en duelos defensivos y recuperaciones.
Carlo Ancelotti, consciente de estas cifras, no ha ocultado su admiración por el rendimiento del francés como zaguero. “Es un central espectacular”, llegó a bromear el técnico italiano hace un año. No obstante, lo que comenzó como un experimento ante emergencias la temporada pasada, como en la ida de cuartos de la Champions contra el Manchester City o el Clásico que el Madrid ganó 3-2 al Barça, se ha convertido en un plan A sin Militao disponible.
El debate sobre su mejor posición sigue abierto. Ante el Girona este fin de semana, Tchouameni podría volver al centro del campo o reforzar la zaga, dependiendo de las necesidades del equipo. Pero una cosa está clara: su polivalencia lo convierte en una pieza clave para el Real Madrid, aunque aún esté por definirse si brilla más como ancla en el mediocampo o como baluarte en defensa.
Con un calendario cargado de retos, Ancelotti tendrá que tomar una decisión que podría marcar el rumbo del equipo en los próximos encuentros. Tchouameni, mientras tanto, sigue demostrando que puede ser decisivo, ya sea en el centro o en la retaguardia.