El regreso de un histórico: el Málaga asciende a segunda | OneFootball

Ayer se confirmó su ascenso a la categoría de plata en un partido de infarto contra el Nástic de Tarragona

El Málaga descendió la temporada pasada y tan solo un año después ha conseguido volver. Las lágrimas de tristeza de los aficionados que se desplazaron a Ponferrada se han convertido en lagrimas de felicidad para los desplazados a Tarragona. La temporada ha tenido muchos altibajos y en muchos momentos se veía realmente complicado el ascenso. Pero la afición siempre creyó, los jugadores recibieron esa confianza y la devolvieron en forma de ascenso. Dandole una alegría a una ciudad que llevaba 10 años llenos de desgracias.

Se puede decir que han formado una gran familia. Los jugadores han creado un grupo increíble y son uno con la afición. Afición que no ha abandonado a su equipo en el infierno y lo ha sacado de ahí a base de meter más de 20 mil personas cada dos semanas en La Rosaleda y movilizando miles y miles de personas por todo el sur de España. No ha habido un partido donde el Málaga no tuviera a su afición detrás. Sin duda la ciudad debe de estar orgulloso de lo que han conseguido.

La celebración de los jugadores

El partido

Fue un partido no apto para personas sensibles. El Málaga traía una pequeña ventaja de La Rosaleda, donde ganaron 2-1. Pero ya sabían que el partido de vuelta iba a ser un infierno. Y así fue, el Nou Stadi estaba a reventar, no cabía un alma más. Pero esto no afecto al equipo de Sergio Pellicer que salieron a morder con el apoyo de los más de 500 malaguistas presentes, de los 13 mil que se reunieron para verlo en el auditorio cortijo de las torres y de toda la ciudad que soñaba con ver a su equipo de nuevo en el fútbol profesional.

El auditorio

La primera parte de Málaga fue excelente, no ocurrió nada y eso les beneficiaba. El Nástic lo intentó pero no tuvo éxito y el Málaga tiró de oficio para llegar con empate al descanso. La segunda parte seguía el mismo camino, hasta que en el minuto 63 Nacho se fue expulsado por doble amarilla y dejó al equipo local con uno menos. Esto, sorprendentemente, benefició más al Nástic que, a base de meter balones al área desde los saques de banda, logró adelantarse en el marcador con gol de Alan Godoy.

A partir de ese momento el partido cambió por completo, el Nástic se colocó en bloque bajo y le dio el balón al Málaga. El conjunto andaluz comenzó a mover el esférico de un lado al otro buscando un hueco en la muralla que habían plantado los locales. Sin embargo no consiguieron inquietar a Varo, y el partido se fue a la prorroga. En caso de empate en la eliminatoria al finalizar los 120 minutos pasaría el Nástic.

Prorroga

Al comienzo de la prorroga pasó lo impensable, marcó Santamaría. Lo que obligaba al Málaga a meter dos goles para ascender a segunda. Continuó el asedio malaguista, aun que sin mucho acierto. Así finalizó la primera parte de la prorroga, se comenzaban a ver malaguistas llorando, pensando que no iban a lograr el asenso. Sin embargo al comienzo de la segunda parte Pellicer movió el banquillo y entraron dos niños, Antonio Cordero (17 años) y Aaron Ochoa (16 años) ambos con ficha del filial. Así, en el minuto 98 tras un tiro de Aaron, Dioni empató la eliminatoria empujando el rechace del tiro.

Quedaban unos 10 minutos y el partidos se volvió loco. El Málaga no paraba de atacar y el Nástic defendía con uñas y dientes el resultado que tanto le había costado conseguir. En el minuto 112 se paró el partido por varios lanzamientos de objetos y balones al campo. Tras unos minutos de incertidumbre el balón volvió a rodar y continuó el asedio malaguista. Cuando todo parecía perdido, en el último minuto del añadido, apareció el niño, el niño que como todo los niños de la ciudad soñaba con marcar el gol del ascenso. Y así fue, Antonio Cordero empujó un balón en el área pequeña tras varios rechaces en el área. Lo logró, marcó el gol del ascenso, como si fuera el final de un cuento de hadas, como si de un sueño se tratase, como si dios fuera malaguista, pasó una cosa inexplicable. Los jugadores y la Afición se volvieron locos, tras tantos años de desgracias su equipo les estaba dando una alegría.

El gol de Antonio Cordero

Por todos los jovenes malaguistas que nunca habían visto ascender a su equipo, por los más mayores que ya la habían sacado del pozo una vez y lo volvieron a hacer, por esos malaguistas que ya no están, por los que lloraron en Ponferrada, por los que lloraron en Dortmund, por los jugadores que lo llevan soñando todo el año. El Málaga ha ascendido a segunda división y como diría su hinchada “Nos van a ver volver”.