El Granada sufre una dura caída | OneFootball

En una temporada marcada por la frustración y los objetivos incumplidos, el Granada CF ha cerrado el curso con una de las peores noticias posibles fuera del césped. Su valor de mercado se ha desplomado. El conjunto nazarí ha sufrido una de las mayores devaluaciones del fútbol español durante la temporada 2024-2025. Solo fue superado por el Cádiz CF, que encabeza este negativo ranking.

El descenso ha sido profundo. Según los datos recopilados, el Granada ha perdido un 30,3% de su valor de mercado total. Una cifra que no solo refleja una mala temporada en lo deportivo. También el deterioro de una plantilla que prometía más. Por detrás se sitúa el Almería, que ha perdido un 16,5%. Entre los tres, forman el podio de los clubes más devaluados del fútbol nacional en su Segunda División.

El caso Boyé y otras caídas inesperadas

Uno de los nombres propios que más ha llamado la atención en esta estadística es el de Lucas Boyé. El delantero argentino firmó los mejores números goleadores de su carrera. Pero ni eso ha evitado que su valor se desplomara. Fue el quinto jugador que más se devaluó de toda la competición. Una paradoja que refleja el caos estructural del equipo.

No es el único caso llamativo. Futbolistas como Stoichkov y Reinier, con pasado brillante y expectativas altas, también aparecen entre los diez jugadores que más valor han perdido en esta campaña. Nombres de peso que no han logrado sostener ni su rendimiento ni su cotización en un entorno competitivo cada vez más exigente.

Una caída que obliga a reconstruir

Lo sucedido en Granada no es solo una cuestión de cifras. Es un espejo en el que se refleja la pérdida de confianza. El fracaso deportivo y la falta de rumbo. La devaluación económica va ligada, inevitablemente, a la necesidad urgente de reinventarse. La entidad nazarí necesita reconstruir no solo su plantilla, sino también su imagen, su identidad.

El valor de mercado es solo una cara del fútbol moderno. Pero suele anticipar movimientos. Menos ingresos, menos atractivos para los fichajes y más dificultades para competir. El Granada CF, ahora, tendrá que tomar decisiones valientes y volver a construir desde los cimientos.

Un futuro que exige respuestas

Con esta fotografía, los dirigentes del club tienen por delante un verano clave. No bastará con cambios puntuales. Hará falta un plan firme, un liderazgo claro y, sobre todo, jugadores que quieran revertir la dinámica. Porque en Granada no solo se ha perdido valor, también se ha perdido parte del alma competitiva.

Pero cuando se toca fondo, también se abre la puerta al renacer.