Dosis Futbolera
·29 de julho de 2025
El genio gallego que ha sacudido la pretemporada del Barça

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·29 de julho de 2025
Flick, el vestuario y todo el entorno culé alucinan con un joven talento que explotó en Galicia, brilló en La Masia… y debutó marcando en solo siete minutos.
Hasta hace nada, Pedro Fernández ‘Dro’ era un nombre que solo circulaba entre técnicos, formadores y seguidores del fútbol base. Hoy, tras su espectacular debut con el primer equipo del Barça y un golazo a los siete minutos ante el Vissel Kobe, ese secreto ha volado por los aires. Tiene 17 años, nació en Nigrán (Pontevedra), se formó en el Val Miñor y ahora desata la locura en La Masia… y en el barcelonismo.
El propio Hansi Flick no escondía su sonrisa tras el partido. El técnico alemán supo desde el primer día de pretemporada que tenía entre manos un talento especial. De hecho, Dro ya había recibido vacaciones anticipadas en el Juvenil B porque el cuerpo técnico del primer equipo contaba con él para arrancar la pretemporada. Nadie en el club tenía dudas de que era un proyecto serio de jugador.
Durante su descanso veraniego, Dro regresó a su pueblo y no desconectó del todo. Entrenó en el gimnasio acompañado de su preparador personal y volvió a pisar las instalaciones del Val Miñor, el club que lo vio nacer como futbolista. Allí dejó una huella imborrable. Lo dice Alejandro Alonso Martínez, coordinador de la escuela gallega, que en declaraciones a Sport aún no cree lo que está viviendo: “Estamos todos como locos, no os imagináis el orgullo que sentimos aquí”.
Pedro Fernández ‘Dro’
Más allá de su calidad, el mensaje que se repite entre quienes le conocen es el mismo: humildad, trabajo y una inteligencia futbolística innata. “A veces le marcaba una jugada y él hacía otra… mejor. Aprendí que no debía entorpecerle demasiado”, admite Alonso, que lo dirigió en el Infantil A antes de que el Barça lo fichara. Allí, Dro tuvo que empezar de cero en el Cadete B, aunque pronto escaló posiciones bajo la tutela de técnicos como Pol Planas, Arnau Blanco o Belletti, quienes le han dotado de nuevos recursos para competir al máximo nivel.
En su pueblo ya le llaman “el chico de oro”. El impacto ha sido tal que más de 500 niños del Val Miñor sueñan con seguir sus pasos y muchos ya ven al Barça como su nuevo club de referencia. Hasta el propio Alonso, confeso madridista, reconoce entre risas: “Por Dro, ya me he hecho del Barça”.
Ahora, el reto del club es claro: cuidar a este diamante. Porque Dro ya no es un secreto, pero necesita una gestión a la altura de su potencial. La locura por él es total, pero la serenidad será clave para que siga creciendo. El Barça lo sabe: hay talento, hay cabeza… y hay algo especial.