EL DESEO DE GANAR | OneFootball

El deseo es una inclinación o anhelo hacia algo percibido como necesario, valioso o placentero. Eso es, específicamente, uno de los tantos ingredientes con los que el grupo del profesor Alfredo Arias sale a la cancha.

Un deseo de triunfo que se había anhelado durante mucho tiempo, un deseo no solo del equipo, sino también de una hinchada que, desde la tribuna, igualmente ha transmitido ese sentimiento con su acompañamiento efusivo y una pasión que acobija a cada uno de los jugadores.

Es tan presente y palpitante ese sentir que Deportivo Cali, en este partido frente a Millonarios, solo necesitó un minuto desde el inicio del encuentro para comenzar a materializar ese deseo de encontrar rápidamente el triunfo.

Con precisión, al minuto 1:00, ni más ni menos, como en una “regla de tres”, se combinaron Fabián Viafara, Jarlan Barrera y, finalmente, José Caldera, para resolver rápidamente, como un cálculo matemático, el problema, y así marcar el primer gol del encuentro. Caldera se disfrazó primero de orfebre para la joya de gol que convirtió, para luego pasar a ser escultor al dejar inmóvil al arquero Montero de Millonarios, quien no pudo reaccionar ni siquiera mínimamente a esa tremenda definición, solo observando como un admirador más de tal jugada.

Un estadio totalmente exaltado alentaba a un equipo que, con su juego, respondía a una afición merecedora de ser correspondida por su fidelidad y acompañamiento constante.

A los 21 minutos, se da la aparición del canto popular uruguayo Emiliano Rodríguez, con su lírica gauchesca, un carácter y una personalidad recia, legítima de su región. Rodríguez gana la pelota dentro del área y, con un fuerte remate de derecha, rompe la red y marca el 2-0 en el primer tiempo, con una comodidad tanto en el marcador como en la cancha.

Para el segundo tiempo, siendo precisos, al minuto 69, se da una jugada de tiro libre. Jarlan Barrera, frente a la pelota, actúa como un mago que atrae toda la atención de su rival hacia él. Con su ilusionismo, desvía toda la atención de su verdadera jugada mágica. Y así fue: en un abrir y cerrar de ojos, puso el balón en la cabeza de Andrey Estupiñán, quien apareció como por arte de magia y convirtió el 3-0, con una jugada completamente sacada del sombrero.

Ya en la agonía del partido, llega el descuento de Millonarios, para un definitivo 3-1 a favor de los azucareros, en una fecha más del clásico añejo del fútbol colombiano. Una fecha más en la que terminamos sucumbiendo ante ese placentero deseo de ganar.

Próximo encuentro: fecha 7, frente al Unión Magdalena, lunes 3 de marzo a las 5:00 pm en el Sierra Nevada de Santa Marta.