El Deportivo se impone al Granada a base de golazos | OneFootball

El Deportivo de la Coruña se impuso a base de golazos ante un Granada bajo mínimos y que jugó durante media hora en inferioridad numérica.

El caos con las inscripciones está dejando escenas insólitas en este arranque liguero. Una de ellas la del Granada: llegó a su primer compromiso contra el Deportivo de la Coruña con tan sólo 12 jugadores con ficha del primer equipo disponibles. Contaba con 15 jugadores inscritos de los cuales 3 no estaban disponibles por lesión o sanción. Las normas de la competición permitían que inscribieran jugadores hasta minutos antes del partido, con todo lo que esto supone tanto para el propio Granada como para el rival, pero finalmente ninguno de sus últimos cuatro fichajes pudo ser inscrito antes del partido.

Lío con las inscripciones

Todo el lío federativo sumado a la escasez podían dar una peligrosa sensación de superioridad al Deportivo que los andaluces borraron nada más saltar al campo. Una duda de Germán Parreño en salida ante la presión del rival hizo olvidar rápidamente esa supuesta superioridad y el partido comenzó liderado por los de Pacheta. Ya poco importaba que hubiera dos jugadores con ficha del filial en el once o que en su banquillo hubiese chavales: eran once contra once.

A los once del Deportivo les costó entrar en el partido. Durante los primeros cuarenta minutos apenas hubo algo más que una sucesión de balones largos y refriegas en las que el Granada siempre conseguía sacar algo. De un despeje de William, salió una disputa entre Weissman y Loureiro. Ninguno alcanzó la bola, que llegó a Rodelas, ya en el área. Si no subió al marcador fue por una gran intervención de Parreño. El Deportivo respondió con dos ocasiones de Zakaria Eddachouri. En la primera recibió de espaldas a la portería nazarí y un mal control hizo que se escorase demasiado y su tiro impactara contra el pecho de Luca Zidane. En la segunda, un pase al hueco más fuerte de la cuenta de Villares volvió a hacer que Zakaria finalizase demasiado escorado, disparando al lateral de la red.

Jugada para enmarcar

Las imprecisiones provocaron un par de sustos más para ambos equipos e hicieron ver un Dépor muy lejano a la versión que se vio durante la pretemporada, capaz de ganarle al Oviedo o de dominar partidos ante equipos como el Middlesbrough o el Watford. Sin embargo, justo antes del descanso, esa calidad que le permitía dominar esos partidos dio lugar a un primer zarpazo resultante de una jugada para enmarcar. Tras una larga sucesión de pases, Luismi Cruz arrancó desde la derecha hacia dentro, jugó para Yeremay, que cedió de tacón a Zakaria en la frontal y este, de nuevo con la escuela, se la dejó a Mario Soriano. El joker finalizó con un tiro cruzado para adelantar al Deportivo. El primer gol de esta temporada que ya se postula como candidato a ser uno de los goles de la temporada.

Al volver del entretiempo, tuvo lugar el segundo brote de esta magia. Luismi Cruz filtró al interior del área para Zakaria, que de nuevo escorado, tras los ensayos fallidos, consiguió mandar un derechazo inapelable a la portería nazarí. Ni los titubeos en la línea defensiva ni los momentos en los que sufrió ni las dudas de Parreño en la salida hicieron que el Dépor le perdiera la cara al partida y cuando se revolvió, en dos zarpazos ya daba la sensación de tener dominado el partido. Antonio Hidalgo ha traído este estilo y actitud, muy diferente a la de otros años donde parecía que la mínima complicación podía hacer que las victorias se esfumaran.

Nueva actitud

De hecho, ayer hubo complicaciones. Nada más reanudar el juego el Granada sería capaz de reaccionar y darle algo de emoción al partido. Martin Hongla consiguió girarse ante Gragera y a unos metros de la frontal sacó un disparo imparable que golpeó en el travesaño antes de entrar. Temblaron las piernas de todos los deportivistas que ya vimos esa historia muchas veces. Pero esta vez fue distinto. En parte, gracias a Manu Lama, a quien se le nubló el juicio y recibió dos amarillas en menos de diez minutos. La segunda por derribar a Bouldini a 70 metros de la portería y cuando ya era imposible que el marroquí llegase a la pelota.

El Dépor se quedó en superioridad y se aprovechó de un Granada ya vencido para defenderse con largas posesiones. Entró Mella por Luismi y el equipo ganó mucha verticalidad. Comenzaron a sucederse contraataques y si no se amplió la ventaja fue por falta de puntería. Yeremay perdonó un par de mano a mano, Soriano estrelló un balón en la madera y Cristián Herrera desperdiciaría un regalo del 10 al tratar de hacer un remate acrobático cuando solo tenía que empujarla. Ya en el descuento, cuando podía parecer que el Granada podía sorprender, Escudero puso las cosas en su sitio. Estuvo vivo, se anticipó para recuperar en campo rival y sacó a relucir su zurda con un disparo cruzado que cerró el partido. Una victoria contundente contra un rival directo, a base de destellos de calidad. Un nuevo estilo para el Dépor que ya ilusiona de cara a esta temporada.

Imagen principal vía: RC Deportivo.

Por Marcos López; pueden seguirme en X @MarcosLopezUNAV, en Instagram @marrcosld.

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