El crack del Málaga se exhibe y tranquiliza | OneFootball

Cuando el talento camina con paso seguro, el fútbol se detiene a observar. Esa fue la atmósfera que impregnó el Trofeo Costa del Sol en La Rosaleda. David Larrubia, el nuevo faro malaguista, firmó una actuación de ensueño. El Málaga CF puede ilusionarte con un futbolista diferente.

Un doblete que guio a su equipo al triunfo (3-1) frente al Real Betis, cerrando la pretemporada con brillo, confianza y un mensaje claro. “Me voy a quedar”, susurró a la afición del Málaga para disipar cualquier duda sobre su continuidad.

Un partido con más épica que protagonistas

La cita comenzó con dramatismo. Una parada cardiorrespiratoria de un aficionado provocó una suspensión de 17 minutos. Cuando el balón volvió a rodar, Larrubia emergió como un titán. En el minuto 25, definió con precisión tras pase de Dotor. Y celebró su doblete a los 48 minutos con una diagonal endemoniada. Chupe completó la goleada. El Betis solo acertó a maquillar el marcador con un cabezazo de Cucho en el 80.

Foto: Ed Sykes/Getty Images

El único lunar de la fiesta fue una acción accidental que derivó en preocupación. Una fuerte entrada de Larrubia sobre Isco Alarcón provocó que el ex capitán malaguista abandonara cojeando con muletas tras el descanso. El golpe en el tobillo izquierdo encendió las alarmas en Heliópolis. Y empañó ligeramente la coronación blanquiazul.

La ilusión se puede apoderar de Málaga

Más allá del marcador, lo trascendental es el pulso renovado. Larrubia no solo reafirma ser el heredero natural del número 10. También devuelve esperanza a una afición que necesita creer. Ese doblete no solo fue gol. Fue comunión, fue promesa. Fue fútbol con corazón. Mientras, el equipo encara LaLiga Hypermotion con la certeza de tener en sus filas a alguien dispuesto a resplandecer.

Y si el fútbol se vive e importa, es por momentos como este. Entre goles de magia, confirmaciones improvisadas y promesas que laten en el césped.