CAYÓ EL JEFE de la barra de Estudiantes por un video de encapuchados con ametralladoras | OneFootball

La Justicia ordenó LA DETENCIÓN de Iván Tobar tras reactivar una causa de 2023 por amenazas con armas de fuego. Su captura se dio en el contexto de los disturbios provocados en el Hospital de Gonnet con la barra de Gimnasia.

En febrero de 2020, Juan Pablo Medina, alias el Pata, el hombre fuerte de la UOCRA Seccional La Plata había conseguido el beneficio de la prisión domiciliaria. Y tenía por objetivo volver a dominar el sindicato, que había quedado en manos de Iván Tobar, alias el General, jefe de la barra brava de Estudiantes junto a su compadre, Adrián Socio. Por eso, los Medina comenzaron a acercarse a la barra de Gimnasia para tener una fuerza de choque importante y el Pata además se dejó ver en un acto gremial donde instó a su gente a recuperar el gremio.

Así, la Justicia fijó fecha para saber si le mantenían el beneficio de la prisión en su hogar o si lo devolvían al penal de Olmos. Dos días antes de que el Tribunal decidiera, un video se viralizó por todo el país: siete enchapuchados amenazaban con ametralladoras con matar al juez y al fiscal si le revocaban la domiciliaria al líder sindical.

Fue conmocionante la situación y aunque Medina dijo que no tuvo nada que ver, no le creyeron. Y debió volver a la cárcel. Pero un año después, David Rubén Alzogaray, número dos de Tobar, se convirtió en imputado colaborador y señaló que todo había sido un truco de ellos para perjudicar a sus rivales en la interna. Y entonces la Justicia logró con pericias determinar que era cierto lo que decía y dar con la moradora del lugar dónde se había filmado la amenaza, quien declaró que ella le alquilaba la casa a Iván Tobar.

Todo eso se descubrió a fines de marzo de 2023. Pero no pasó nada. Hasta esta madrugada cuando el juez Ernesto Kreplak decidió librar la orden de allanamiento y detención para el capo de la barra del «Pincha» y sus seis colaboradores en el video (dos de ellos ya fallecidos, otro que fue detenido llamado Jonathan Ríos y el resto aún prófugos). Lo que se lee como una caída en la protección política y policial que tuvo hasta ahora, porque durante 24 meses no sólo no lo fueron a buscar, sino que siguió acumulando poder.

Como JEFE, puso una empresa a nombre de su hermano Miguel que es la que hace la seguridad en el Estadio Uno de Estudiantes, se adueñó de la noche de La Plata, se metió en el gremio de la carne, en el Mercado del Abasto y desde el paravalancha de UNO armó una sociedad para «fines determinados»…