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·24 de abril de 2025
Carlo Ancelotti humilla públicamente a Endrick: 'Esto no es...'

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El Real Madrid logró un triunfo crucial ante el Getafe (0-1) en un partido más complicado de lo esperado. Aunque los blancos se llevaron los tres puntos, la victoria dejó más de una lectura, y una de ellas generó revuelo tras el pitido final. Pero antes de ir al foco de la polémica, vale la pena hablar de quien fue el protagonista real del encuentro.
Arda Güler, la joven joya turca del Madrid, firmó el único tanto del partido. Lo hizo con clase, precisión y mucha calma.
Apenas necesitó una ocasión clara para decidir el encuentro. Su gol, un derechazo ajustado tras una jugada elaborada, fue suficiente para sellar la victoria.
Arda Güler salvó al Real Madrid | Getty Images
El tanto fue su carta de presentación en un partido grande, callado, pero letal. Güler está pidiendo más minutos con hechos, no palabras. Y en un contexto donde se habla mucho de promesas, él respondió con lo que cuenta: gol y puntos.
Tras el partido, Carlo Ancelotti compareció ante los medios con su habitual tono sereno. Valoró positivamente el esfuerzo del equipo, sobre todo en una segunda mitad donde el Getafe apretó con todo.
"Ha sido una victoria importante, aunque hemos sufrido más de la cuenta", admitió. El técnico italiano se mostró satisfecho, pero no completamente. Sabía que el partido pudo haberse cerrado antes.
Ancelotti señala a un jugador | Getty Images
Cuando fue preguntado por la actuación del joven delantero brasileño, el gesto cambió. Allí llegó la crítica más directa de la noche.
El nombre de Endrick no apareció en el marcador, pero sí en las portadas al día siguiente. Fue titular, una decisión que sorprendió a muchos. Se mostró voluntarioso, participativo, pero en una ocasión clara en el segundo tiempo, falló de forma llamativa.
Intentó una vaselina en un mano a mano que terminó en nada. Fue un fallo llamativo. Un segundo después, Ancelotti decidió sustituirlo y minutos más tarde, en rueda de prensa, fue claro:
"En el fútbol no existe el club de teatro", dijo. "Es joven, tiene que aprender. En esa jugada tenía que tirar fuerte y ya está", añadió con gesto serio.
Las palabras del técnico fueron interpretadas por algunos como una lección necesaria. Para otros, una humillación pública. Lo cierto es que el mensaje fue directo: en el Real Madrid, no hay espacio para adornos innecesarios cuando el partido está vivo.
Endrick tiene talento, eso es evidente. Pero en este equipo no basta con eso. La exigencia es máxima, y los errores se pagan con críticas… incluso desde tu propio banquillo.