El Sevillista
·11 de novembro de 2024
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En la derrota del Sevilla frente al Leganés, José Ángel Carmona tuvo una actuación repleta de dedicación, aunque también mostró algunas complicaciones en su tarea defensiva. Carmona mostró solidez en los primeros instantes, realizando intervenciones confiables y cortes exactos que contribuyeron a frenar algunos ataques iniciales del Leganés. Su previsión en los enfrentamientos aéreos y su celeridad para cerrar huecos fueron actuaciones positivas, lo que ayudó a detener algunas aproximaciones amenazantes. Sin embargo, el contexto del encuentro resultó exigente y, conforme el equipo iba entregando la iniciativa al Leganés, las falencias en la defensa se hicieron más evidentes.
En la segunda mitad, Carmona empezó a enfrentar dificultades para controlar a los delanteros adversarios, particularmente en situaciones de uno contra uno, donde su posición se comprometió al subir líneas en busca del partido. El Leganés aprovechó las rápidas transiciones y explotó los espacios, causando que Carmona quedara solo y en desventaja numérica en varias ocasiones. A pesar de su continuo esfuerzo y de la intensidad con que jugó, el cansancio físico y la debilidad en la defensa colectiva del Sevilla impactaron en su desempeño, contribuyendo a una derrota que evidenció las dificultades del equipo entero.
Aún así, fue el mejor jugador del partido y analizaremos los datos del choque para conocer un poco más el juego de Carmona:
Estos datos nos dejan varias conclusiones sobre el partido de Carmona: