
La Galerna
·27 maggio 2025
Xabi Alonso, uno de los nuestros

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·27 maggio 2025
Buenos días.
Xabi no es un fichaje, no es una apuesta. Xabi Alonso es la escena en la que Robert de Niro entra al bar y todos se callan. No en vano, el presidente Florentino Pérez lo acababa de presentar como “uno de los nuestros”. Uno di noi, pensaría ayer su amigo Arbeloa mientras hacía un sobrehumano esfuerzo para que no se le derramase el torrente de orgullo que le manaba, como una gaseosa agitada, al observar a su Xabi poniéndose al mando del Real Madrid.
“Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón, quise ser un gánster”, narraba Ray Liotta al comienzo del film de Scorsese según cerraba el maletero de un Cadillac. No es difícil imaginar ayer a Xabi decirse a sí mismo en el coche mientras se levantaba la barrera de acceso a Valdebebas: “Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón, quise ser entrenador del Real Madrid”.
Florentino pudo emplear otra expresión, pero no, eligió “uno de los nuestros”. Como se dice en las familias de sangre, donde los códigos lo son todo para que a uno le entreguen el timón, que no es otra cosa que la confianza.
Xabi retornó al Madrid envuelto en el aura que ya lo acompañaba la primera vez, en 2009, pero aumentada en varias toneladas. Con ese aire de dandy vasco que acaba de bajarse de un Bentley filosófico que no carbura con pintxos deconstruidos, sino con cocina de mercado basada en la calidad del producto.
Marca resalta que Xabi quiere encender a la afición. Y sucede que la afición está deseando que la enciendan. El tolosarra lleva de serie no solo el mejor porte para vestir trajes, sino el rock and roll del Madrid de Mou. La diferencia son las formas: el de Setúbal era más Joe Pesci, y Alonso, De Niro.
Jimmy Conway (Robert de Niro en Uno de los nuestros), no necesitaba gritar porque todo el mundo sabía que si lo hacía sería el último grito que oirían. Xabi tampoco lo necesita. Xabi es el que manda sin levantar la voz. Autoridad elegante. Es el que inculca compromiso, identificación y trabajo discreto, el que afea la conducta a quien despilfarra y presume de coches y abrigos llamativos.
Bajo la imagen principal de Xabi y Florentino sosteniendo la elástica del Madrid, en pequeñito, aparece Ancelotti haciendo lo propio con la de Brasil. El de Tolosa, que sabe que el respeto y el agradecimiento son dos virtudes que caminan de la mano con la grandeza, reconoció que sin la maestría de don Carlo él no estaría donde se encuentra ahora.
“Siento que es el momento”, destaca As. “No tengo vértigo, el reto es bonito”, también dijo Alonso. Como cuando Henry Hill (Ray Liotta) afirma: “Para nosotros, vivir de otra manera era una locura”. En el Madrid, vivir de otra manera que no sea ganando también lo es. Y Xabi lo sabe, porque lo ha mamado. Por eso también declaró: “Estaré en el Mundial porque servirá para adelantar procesos y porque es la oportunidad de ganar un título”.
“¿Huijsen y la salida de Modric? Hay cosas que me tocan y otras que no”. Traducción: “Soy leal, no delato. No opino de lo que no me incumbe. No soy de los que se pasan de listos”. Códigos. La jerarquía de los silencios. Puro Real Madrid.
Xabi jugaba como si ya hubiese entrenado en el futuro. Ahora vuelve al club más importante del mundo sin necesidad de preguntar si hay sitio, como cuando Henry lleva a Karen al Copacabana. No hace cola. Entra al Bernabéu por la cocina, donde se crio, y le montan una mesa, un banquillo, en primera fila, donde los impolutos zapatos sienten el césped del escenario. Así llega Xabi al vestuario blanco. Basta una mirada para que se sienten rectos. Es un jefe que vuelve.
Nada en el nuevo técnico es impostado, la autenticidad le brota con una naturalidad que nos provoca una mezcla de envidia y admiración al resto de los mortales. Desde que está en el fútbol, ha enseñado con el ejemplo que lo más importante no es llamar la tención, es hacer tu trabajo, cumplir. No traicionar. Nunca ha vendido a nadie. Nunca ha rajado. No ha necesitado hacerlo.
Ahora le toca dirigir. Conseguir que Joe Pesci se controle. Que Ray Liotta no se ría demasiado alto. El respeto no se pide, se respira. Xabi es uno de los nuestros pero también uno de los que mandan. Y en el Madrid el que manda no se presenta, se pone de pie. Y los demás entienden.
Os dejamos con la prensa culé, que se centra en Lamine Yamal. Pero ese no es uno de los nuestros.
Pasad un buen día.
PD: Sport MIENTE cuando dice en su altillo que Xabi admitió haber dado su visto bueno a la salida de Modric. No admitió eso ni lo contrario, embusteros.