Nacional Es Pasión
·24 dicembre 2024
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·24 dicembre 2024
Por: Juan Felipe Velásquez.
Atlético Nacional cierra el 2024 de manera gloriosa, inscribiendo un nuevo capítulo en su rica historia, al coronarse campeón de la Liga BetPlay por decimoctava vez. Un logro que no solo reafirma su hegemonía en el fútbol colombiano, sino que también simboliza la resiliencia, el trabajo en equipo y el amor incondicional de una hinchada que ha sido testigo de un semestre lleno de emociones, retos y aprendizajes. Este título, que se suma a los ya 35 trofeos oficiales del club, cierra un año que quedará para siempre en la memoria colectiva de los verdolagas.
El camino hacia este campeonato estuvo lejos de ser sencillo. Atlético Nacional inició el semestre con turbulencias que amenazaron su estabilidad. Problemas internos de disciplina, sanciones deportivas y un cambio de entrenador generaron incertidumbre tanto dentro como fuera del equipo. Efraín Juárez llegó al banquillo en medio de críticas, cuestionamientos y una falta de consenso sobre su elección. Muchos lo veían como un técnico sin la experiencia ni el bagaje necesario para liderar al club más grande de Colombia. Sin embargo, en apenas cuatro meses, Juárez logró revertir las dudas, transformando al equipo en una máquina competitiva que, con humildad y trabajo, alcanzó la gloria.
La final contra Deportes Tolima, disputada en un Atanasio Girardot lleno de historia y mística, fue una muestra del carácter y la mentalidad ganadora que definieron a Nacional en esta campaña. Desde el pitazo inicial, el equipo verdolaga dejó claro que no iba a ceder un centímetro. Andrés Felipe Román, quien tuvo un semestre espectacular, fue el protagonista indiscutible del partido. Con una asistencia perfecta a Alfredo Morelos para el primer gol y una definición magistral para el segundo, Román selló una actuación que quedará en los anales del fútbol colombiano. Todo esto sucedió en los primeros 30 minutos de juego, un tiempo en el que Nacional impuso su ritmo y dejó sin respuestas al rival.
A pesar de ceder la posesión del balón a Tolima, que terminó con un 70 % de control, Nacional demostró que el fútbol no siempre se gana con estadísticas, sino con eficacia. Con apenas unos pases, los verdolagas lograron desarticular al mediocampo rival y llegar con peligro al área contraria. Edwin Cardona, el cerebro del equipo, manejó los tiempos con maestría, demostrando que su talento sigue intacto. Desde la defensa, David Ospina se erigió como un baluarte. A sus 35 años, y tras un semestre de altibajos debido a lesiones, el portero fue decisivo al detener un penal que pudo haber cambiado el rumbo del encuentro. Su experiencia y liderazgo fueron fundamentales en momentos críticos.
La defensa, comandada por William Tesillo, también tuvo un papel destacado. Tesillo, con ocho despejes y una sólida actuación aérea, mantuvo la calma y la seguridad en la zaga. En el ataque, Alfredo Morelos recuperó su mejor versión en el tramo final de la temporada, anotando goles cruciales que lo consolidaron como el delantero que Nacional necesitaba. Además, jóvenes talentos como Sebastián Guzmán y Marino Hinestroza demostraron que el futuro del club está en buenas manos, aportando calidad y determinación cuando se les requirió.
El título número 18 de la Liga BetPlay no solo es un logro deportivo, sino también un testimonio de resiliencia. Atlético Nacional enfrentó múltiples adversidades a lo largo del semestre: sanciones de la Dimayor que obligaron al equipo a jugar varios partidos a puerta cerrada, errores arbitrales que generaron polémica y críticas constantes hacia el plantel y el cuerpo técnico. Sin embargo, el equipo supo convertir cada obstáculo en una oportunidad para crecer y demostrar su grandeza.
Deportes Tolima, un rival que en años recientes se ha consolidado como uno de los equipos más competitivos de Colombia, no pudo igualar la jerarquía de Nacional en esta final. A pesar de tener oportunidades claras, los errores en la definición y la falta de contundencia les pasaron factura. El penal fallado por Yeison Guzmán, un cobro que intentó picar pero que terminó detenido por Ospina, fue una de las imágenes que definió el partido. Tolima mostró esfuerzo, pero se encontró con un Nacional que no dejó espacio para sorpresas.
El título de liga se suma a una temporada perfecta para Nacional en el ámbito local. Además de ganar la liga, el equipo dominó en otras competencias, reafirmando su posición como el club más exitoso de Colombia. Con 35 trofeos oficiales en su vitrina, Nacional se proyecta como un referente no solo a nivel nacional, sino también en el continente. Su participación asegurada en la fase de grupos de la Copa Libertadores 2025 abre la puerta a nuevos desafíos, donde buscará recuperar el protagonismo internacional que lo ha caracterizado históricamente.
Sin embargo, este año también deja reflexiones importantes. El fútbol colombiano sigue enfrentando desafíos fuera de la cancha, como los escándalos arbitrales, las sanciones polémicas y la desconfianza generada por ciertos incidentes extradeportivos. Nacional no fue ajeno a estos problemas, pero demostró que su fortaleza como institución va más allá de lo que sucede en el campo. La unión entre el equipo, el cuerpo técnico y la hinchada fue clave para superar los momentos difíciles.
Para los hinchas verdolagas, este título es más que una estrella en el escudo; es una reafirmación de su amor incondicional por el club. A lo largo del año, los aficionados demostraron una vez más por qué son una de las hinchadas más apasionadas del continente. Desde las tribunas del Atanasio hasta los barrios más alejados de Medellín, cada cántico, cada bandera y cada lágrima fueron testimonio de la conexión única entre Nacional y su gente. Este título pertenece tanto a los jugadores como a los millones de corazones que vibran con los colores verde y blanco.
Atlético Nacional no solo ganó un título más en su historia; este campeonato tiene un significado especial que lo distingue de todos los demás. Es la victoria de un equipo que supo levantarse cuando parecía estar contra las cuerdas, que enfrentó críticas, sanciones, y dudas internas y externas. Este título simboliza la lucha contra todo y contra todos, el esfuerzo de un grupo que se unió cuando más se necesitaba, que transformó cada golpe en una lección y cada duda en motivación.
Fue un semestre en el que el equipo no solo venció a sus rivales en el campo, sino también a las adversidades que amenazaron con derrumbarlo. Este título es un homenaje a la perseverancia, al coraje de los jugadores, al liderazgo del cuerpo técnico y al amor incondicional de la hinchada. Porque cuando se lucha con el corazón, el destino premia a los valientes, y Nacional, una vez más, demostró por qué es el más grande.
Visualizza l' imprint del creatorEl 2024 nos deja un Atlético Nacional renovado, fortalecido y listo para seguir escribiendo su historia en letras doradas. A todos los hinchas, gracias por ser el alma de este equipo, por su fe inquebrantable y por hacer de Nacional una familia que trasciende fronteras. Deseo de todo corazón que estas fiestas estén llenas de alegría, unión y esperanza. Que el 2025 sea un año lleno de nuevos retos, victorias y sueños cumplidos. Brindemos juntos por un Atlético Nacional más fuerte, más grande y más campeón. ¡Felices fiestas y próspero año nuevo! ¡Salud, verdolagas!
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