¿Será que Sebastián Guzmán saldrá de Atlético Nacional? | OneFootball

Parce, hablemos claro: Sebastián Guzmán ha tenido poquitos minutos en esta era de Javier Gandolfi, y eso que muchos teníamos la esperanza de que fuera uno de los motores en el medio. El man tiene talento, tiene visión, y no es de esos que se achican en los partidos bravos. Pero sí, es cierto, ha estado más en la banca que en la cancha. ¿Qué estará pasando, parcero?

Por ahí en los pasillos digitales se comenta que en junio podría buscar nuevos aires, todo por sumar minutos y no estancarse. ¡Y uno no lo puede culpar! El fútbol es así: si no jugás, te oxidás. Pero también está esa llama que tienen los jugadores que han sido grandes con la verde… esa que les dice: «¡No te rindás, gonorrea, que aquí ya fuiste héroe!»

No olvidemos, parce, que Guzmán fue pieza clave en ese histórico 2024 donde nos metimos el bicampeonato de Copa y Liga. ¡Ese año fue una locura! Y Sebastián se metió en el corazón del hincha con su entrega, su aguante y ese guante en su pierna que más de una vez nos salvó el pellejo. Esos momentos no se borran, y el verde sabe agradecer.

Entonces, parce, la pregunta está sobre la mesa: ¿se va o se queda a guerrearla? Yo, como buen hincha, quiero pensar que el man se queda, que aprieta los guayos y convence a Gandolfi con fútbol, con actitud y con esa pasión que se siente cuando te ponés la camiseta más pesada del país.

Porque en Nacional, el que quiere minutos tiene que pelar el cobre, hermano. Esto no es para flojos ni para los que bajan los brazos. Aquí se gana el puesto en la cancha, en los entrenamientos, en la entrega. Y Sebastián ya sabe lo que es eso. Ya lo vivió. Ya se ganó al pueblo verdolaga una vez. ¿Por qué no otra vez?

Además, el equipo necesita rotación, piernas frescas, y jugadores con hambre. Y si alguien tiene razones para tener sed de revancha, ese es Guzmán. Sería un lujo volverlo a ver enchufado, tirando pases quirúrgicos, cortando juego, y metiendo el alma por el escudo. ¡Esos son los guerreros que necesitamos en la segunda mitad del año!

Así que, mi gente, no lo crucemos antes de tiempo. Apoyemos, alentemos y esperemos. Porque uno nunca sabe cuándo el fútbol da la vuelta. Y de pronto, el que hoy parece irse, mañana termina siendo figura. ¡Vamos Guzmán, que los buenos hijos de Nacional siempre tienen revancha!