Previa Real Madrid – Atleti: La fábula de la araña y la tortuga | OneFootball

Kylian Mbappé y Julián Álvarez acapararán gran parte de los focos de un derbi que puede resultar determinante para el campeonato de liga

Érase una vez, dos animales: una araña y una tortuga. Julián y Kylian, Álvarez y Mbappé. Su aspecto, siempre risueño, amable e incluso cercano podría llevar a equívoco. Eran verdaderamente letales.

Ambos llegaron este mismo verano a Madrid, pero sus caminos han sido muy dispares. Julián aterrizó en las orillas del Manzanares procedente de Argentina y, desde que puso un pie en la capital española, desató la locura entre la afición colchonera. Era como si todos los hinchas rojiblancos ya hubieran sufrido el picotazo de una araña que comenzaba a generar furor entre sus nuevos aliados.

Kylian, por su parte, tenía su destino más que decidido desde hacía bastantes años. Chamartín aguardaba su llegada con los brazos abiertos. Y, aunque el 16 de julio fue la primera vez que el galo se vistió de corto y lució la elástica merengue, su verdadera irrupción en el templo de la Castellana se retrasaría hasta hace aproximadamente un mes. Ya saben, «a paso de tortuga».

Un derbi 7 estrellas

Dejando a un lado las metáforas, lo cierto es que el encuentro de esta misma noche reunirá a una constelación de estrellas que, salvo sorpresa, deberían ofrecernos un auténtico partidazo. Los Mbappé, Vinicius, Belllingham, Rodrygo y compañía se medirán a los Julián Alvarez, Griezamann, Sorloth…

En juego, mucho más que el liderato de LaLiga: el trono de la capital. Parece un mito, pero no lo es: en un derbi las dinámicas sirven de poco y la calidad individual, sin corazón, resulta insuficiente. Hoy, los jugadores de uno y otro equipo deberán dejarse la piel y, sobre todo, tomar consciencia de que detrás de ese escudo que lucirán en el pecho hay millones y millones de personas, ilusiones y sentimientos.

Muchos se han encargado de calentar el derbi antes de que empiece a rodar el balón, pero, en la noche de hoy, cuando las manecillas de los relojes peninsulares marquen las 21 horas será el momento de hablar. En ese preciso instante, y hasta que el colegiado concluya el encuentro con sus tres pitidos finales, se decidirá quién manda en la capital o, al menos, quien da un paso de gigante en la lucha por el campeonato nacional.